jueves, 16 de septiembre de 2010

LOS NIVELES DE REALIDAD

.
Habría 7 niveles de Realidad o de Existencia o de Ser:
  1. El vacío primordial. Sólo se puede entender como AMOR. Es lo absolutamente Otro. Está más allá de todo. (Budismo, judaísmo y cristianismo lo atisban.)
  2. Lo indeterminado. Más allá de las categorías de finitud e infinitud. La conciencia. (Los griegos lo captan.)
  3. Lo infinito actual no numerable. (La mente humana. Nadie lo ha entendido hasta la fecha.)
  4. Lo infinito actual numerable. (Este nivel y el siguiente han venido siendo confundidos desde siempre entre sí. El mundo físico fundamental.)
  5. Lo infinito potencial. (Me es difícil caracterizarlo.)
  6. Lo finito. (La existencia en el espacio y el tiempo.)
  7. La nada. (La muerte)

El vacío primordial cuando crea atraviesa esos 7 niveles. El último retorna al primero, se cierra el círculo. Las relaciones entre ellos son múltiples y en todas direcciones. La creación es una actividad continua. Siempre hay creación. Está excluido el panteísmo. El AMOR CREA PERO ESTÁ MÁS ALLÁ DE LO CREADO. Crea libremente, pero es una decisión eterna. Desde siempre decidió crear. Este "esquema" aparece incluso en las ciencias formales (lógica, matemática, IA.) Algunos teoremas, algunas funciones, algunas ecuaciones expresan "místicamente" todos estos niveles. Menos para el vacío primordial, en matemáticas hay notaciones, símbolos, conceptos muy elaborados PARA TODOS ELLOS. Para el vacío primordial nunca habrá símbolo posible. Está más allá de todo. Sólo lo captamos cuando cada uno y juntos llegamos al límite. Allí emerge pero como posibilidad, como ausencia, como inaccesible... La naturaleza está escrita en lenguaje matemático SÍ, PERO TAMBIÉN  EN LENGUAJE metamatemático.
La humanidad parece haber llegado a un punto crucial en el que todo esto se va poniendo de manifiesto. Para ello se requiere un cambio epistemológico muy profundo, un giro radical, pero los materiales con los que hacerlo ya están, gracias a Dios, elaborados.
Yo creo que la inspiración fundamental viene del cristianismo. El cristianismo captó que el vacío primordial, el AMOR, decidió eternamente encarnarse (Prólogo Evangelio de San Juan.) Para eso tuvo que atravesar todos esos niveles. Comprendió que la muerte no era la última palabra, que desde la muerte absoluta se retorna a lo ABSOLUTO, EN UN PROCESO SIN FIN (San Pablo: si Jesús no ha resucitado vana es nuestra fe.) Nuestra Teresa y nuestro Juan de una forma simbólica captaron todos estos niveles. La epistemología de su tiempo les impedía expresarlo de otro modo. Pero son personas clave en este itinerario. Yo creo que lo siguen siendo porque siguen inspirándonos y lo seguirán haciendo.
La verdad más profunda es la verdad mística. A ella siempre se llega, desde ella siempre se puede llegar a todas partes. Es Amor y Verdad, sin contradicción alguna, en su seno conviven sin contradicción. En nuestro mundo, muchas veces son imposibles de conciliar. El verdadero conocimiento es Amor y viceversa.
Los judíos y los budistas juegan un papel muy importante. Y, en general, todos los místicos aunque alguno sea ateo, panteísta, materialista....


lunes, 13 de septiembre de 2010

A primera vista (1998). Irwin Winkler

La conciencia es un proceso cognitivo superior. Pero así como otros procesos sufren un desarrollo y son susceptibles de ser aprendidos, no hay que aprender a tener conciencia. Sobreviene. Se dice que es un proceso emergente. Tampoco puede ser programada: no puede ejecutarse en un dispositivo artificial. No puede desglosarse en pasos.

Percibo el color, pienso que algo es el caso, creo en la existencia del mundo, siento una fuerte melancolía… Soy consciente de que percibo, pienso, creo, siento…

Los estados de conciencia parecen tener siempre un contenido del que se es consciente. La conciencia del color rojo, por ejemplo.

Eso lleva a la conciencia de que se es capaz de percibir el color en general.

La capacidad de darse de cuenta de los propios procesos cognitivos: la metaconciencia.

También a la conciencia de que se tiene conciencia. Es la autoconciencia. En este caso el contenido del estado consciente sería la propia conciencia.

La conciencia y la atención. Están íntimamente relacionadas. Sin prestar atención no se podría ser consciente de nada. Pero, también, soy consciente de que tengo la capacidad de prestar atención.

¿Tiene sentido la existencia de la conciencia sola? ¿Puede concebirse un organismo que solo sea conciencia de que tiene conciencia? Muy dudoso.

Parece ser que en el caso del ser humano la conciencia cumple una función importante: permite el control de los propios procesos mentales y también da un sentido de unidad a la actividad mental.

Los estados de conciencia parecen organizarse en un continuo. Cabe pensar que a medida que los procesos mentales –en el curso de la evolución- se fueron haciendo más complejos, la conciencia de ellos se hizo más necesaria. La conciencia acompaña. Es una aliada. Una útil compañera.

Quizás, ciertos homínidos tenían conciencia pero no autoconciencia.

No puedo penetrar, no puedo experimentar, no puedo vivenciar más que mi propio estado consciente.

Fuerte vinculación entre el lenguaje humano y la conciencia. Parece difícil imaginar el uno sin la otra. ¿Surgen de la misma mutación? Sin lenguaje no hay conciencia. Pero sin conciencia no habría lenguaje en el sentido profundo.

Sin embargo, la conciencia no es la Reina, ni Dios, ni el Sumum, ni la Cumbre de lo humano… Tiene su función: centralizadora, controladora, unificadora. Los motivos profundos de la conducta humana son y seguirán siendo no conscientes. La conciencia es la punta del iceberg. ¿Por qué esto es así?

Evitar caer en el riesgo de idolatrar a la conciencia y más a la propia conciencia.

En un reciente experimento llevado a cabo por Tomasello se pudo observar cómo niños, antes de haber comenzado la adquisición del lenguaje, siguen la dirección de los ojos de otra persona, no de sus cabezas. Cuando el adulto miraba al techo solo con sus ojos, con su cabeza hacia delante, los niños miraban al techo. Sin embargo, cuando el adulto cerraba sus ojos y dirigía su cabeza hacia el techo, los niños no le seguían. Sin embargo, los chimpancés, bonobos y gorilas, muestran la pauta contraria: cuando el humano dirige los ojos al techo (la cabeza hacia delante) no siguen. Cuando el humano dirige la cabeza al techo (ojos cerrados) ellos siguen esa pauta. Los humanos somos sensibles a la dirección de los ojos en una forma que nuestros más cercanos “parientes” no lo son. ¿Por eso, quizás, el blanco de nuestros ojos es tan grande? ¿Para permitir que sigamos la dirección de la mirada de nuestros congéneres?

Todo en la especie humana está al servicio de la cooperación, de la interacción y del intercambio. ¿La conciencia también está sujeta a ese mismo impulso? ¿Es primero, antes que la propia conciencia, la conciencia de los otros? ¿La conciencia no sería entonces, más que un diálogo interior que reproduce, imita, interioriza apropiándoselo, el diálogo interpersonal, social primigenio, fundador, el cara a cara inicial, o mejor, el compartir la mirada, una mirada común?

En la película A primera vista (Irwin Winkler) se cuenta un caso real, uno de los 20 casos en los últimos 200 años, de un ciego de nacimiento que tras una operación recobra la capacidad de ver. El guión de la película sigue la exposición de Oliver Sacks, Un psicólogo en Marte, y, concretamente, el capítulo, "Ver y no ver". Efectivamente, una cosa es ver y otra percibir. El personaje, una vez que ha sido liberado de las cataratas congénitas que le impedían ver, tiene que empezar un complejo aprendizaje visual. En definitiva, tiene que aprender a ver. La visión, contra lo que pensamos ingenuamente, no es un proceso directo. No es un mero reflejo. Es una construcción inusitadamente compleja, una elaboración enormemente compleja. Algo mucho más incomprensible de lo que parece a primera vista.

En el capítulo "Ver y no ver" se reflexiona sobre el proceso de la visión a partir del caso de un hombre de cincuenta años prácticamente ciego desde la niñez debido a un problema de cataratas. Un buen día gracias a una operación realizada por un diestro oftalmólogo este señor recupera la función de los ojos, pero una vez que sus ojos vuelven a funcionar, ¿consigue él ver con normalidad? El sentido común nos dice que sí, que todo lo que se necesita para ver es un par de ojos, pero no es así. Al parecer existe un periodo crítico en el que debemos abrir los ojos y utilizarlos para familiarizarnos con ellos, si este periodo pasa no podremos aprender a ver con facilidad. Existen periodos críticos similares en otras muchas facultades humanas, como por ejemplo el oído o el lenguaje. Este último ya lo mencionamos en una entrada previa.

La alegría del paciente al recuperar la vista después de tantos años debió de ser inmensa, pero por desgracia no duró demasiado. Según describe el paciente, al quitarle las vendas de la operación vio, sí, pero una mezcla de movimiento, color y luz en un remolino sin sentido. La retina funcionaba, pero el cerebro no había aprendido a interpretar lo que veía. A pesar de eso disfrutó de su nuevo mundo lleno de colores y movimientos aunque nunca llegó a entenderlo del todo. No entendía las distancias, confundía lo próximo con lo lejano, las sombras le dejaban perplejo e incluso confundía a su perro y su gato si no los tocaba. Del gato veía sus partes, las patas, la cola, las orejas, pero no veía un conjunto integrado, un gato completo.

Los ciegos viven en el tiempo, sus impresiones son secuenciales, primero una cosa y después otra. Los que vemos vivimos en el espacio, una cosa a la izquierda y otra a la derecha. La mera idea del espacio es extraña para ellos. Para esta persona las formas eran muy difíciles. Sobre todo entender que un mismo objeto tiene apariencias distintas desde distintos puntos de vista. Esto lo aprendemos siendo niños sin aparente esfuerzo, a pesar de ser un problema computacionalmente muy complejo.

Y un mayor reto todavía lo presentaban los objetos animados, como por ejemplo las expresiones faciales. Tampoco comprendía las representaciones bidimensionales de los objetos y no era capaz de reconocer a la gente en las fotografías.

En el texto se hace referencia a otros pacientes enfrentados al reto de empezar a ver siendo adultos. Muchos de ellos ante la fatiga que les produce la visión deciden volver a comportarse como ciegos y se niegan a ver. Se les exige un cambio muy grande, pasar de un mundo en el tiempo a un mundo en el espacio.


Los cuatrocientos golpes

Los cuatrocientos golpes. François Truffaut (1959)

Esta película es un retrato de la infancia maltratada y del tránsito de la adolescencia hacia la vida adulta. El director nos muestra la adolescencia del protagonista –Antoine Doinel– cuando tiene 13 años. La relación con su madre, con su abuela, con su padrastro son determinantes para el protagonista. La ausencia de apego marca su vida y en este contexto un sólo amigo se convierte casi exclusivamente en su única figura de apego.

Sabemos que esta película de Truffaut es autobiográfica. Por lo tanto, sabemos que después de esa infancia tan desdichada ha llegado a ser uno de los mejores directores de cine. ¿Qué le salva?... ¿La literatura, el amor por la lectura, ejemplificado en el culto que Antoine profesa a Balzac a quien llega a construir un altar?; ¿El cine, donde Antoine se cuela cuando no va al colegio y a quien Truffaut rinde tributo en la escena en que Antoine roba un cartel de la película “Un verano con Mónica” de Ingmar Bergman?... ¿Puede la fusión de nuestras propias vidas y las vidas soñadas que se nos revelan a través del cine y la literatura salvarnos? ¿Pueden “las vidas robadas de los otros”, ser un camino para vencer al sufrimiento, para no dejarnos determinar por las condiciones adversas, para superar una realidad absurda, cruel e injusta?

Truffaut nos hace esa gran pregunta en el plano final de la película; nos interroga, nos hace pensar en el futuro de Antoine, pero no nos deja sin respuesta. El desarrollo de Antoine lo completa con el cortometraje Antoine y Colette (1962) y con los largometrajes Besos robados (1968), Domicilio Conyugal (1970) y L’Amour en fuite (1978). A través de todos ellos se nos permite seguir el desarrollo de Antoine Doinel mientras asistimos al desarrollo físico del mismo actor protagonista, Jean-Pierre Leaúd.

Otra filmografía interesante sobre el tema:

• Los Mocosos (Truffaut, 1957). Cortometraje que es un retrato de la adolescencia.

• Cero en conducta (Jean Vigo)

• Alemania año cero (Rosellini)

lunes, 6 de septiembre de 2010

Psicología del desarrollo a través del cine



Los fundamentos de la psicología del desarrollo

El niño salvaje. F. Truffaut. Película basada en un hecho real. El enfoque general de la película comparte la idea de que son la educación y la sociedad quienes sacan al ser humano del estado de naturaleza.

Gaspar Hauser. W. Herzog. Enfoque contrario al expresado en El niño salvaje: la sociedad corrompe la inocencia natural de los seres humanos.

En busca del fuego. J.J. Annaud. De las pocas películas que tratan de “visualizar” el enigmático proceso de hominización/humanización.

Gorilas en la niebla. M. Apted. Biografía de una famosa primatóloga. Se puede observar la relación entre los seres humanos y unos de sus “parientes”, junto con chimpancés y orangutanes, más próximos: los gorilas.


La teoría del Piaget.

Jonas qui aura 25 ans en l´an 2000. A. Tanner

La dentellière (La encajera) Claude Goretta.

Estos autores del cine suizo siempre han manifestado explícitamente su deuda intelectual con Piaget. En estas dos películas se muestra claramente esta influencia.


El modelo de Vygotski.

Los estigmatizados. C. Th. Dreyer.

Derzu Usala. Akira Kurosava.

Estos dos monstruos del arte cinematográfico muestran en estos dos trabajos cómo la cultura y las circunstancias sociales influyen en la conducta humana individual.


Los inicios de la comunicación.

El milagro de A. Sullivan. A. Penn. Película basada en la peripecia vital de Hellen Keller, niña sordo muda que después de un trabajo excepcional de su profesora particular consiguió comunicarse con sus semejantes de forma plena.


El apego

Ladybird, Ladybird. K. Loach. Película de un realismo crudo y sucio donde este director británico pone el dedo en la llaga de un complejo problema social: ¿hasta que punto la sociedad puede educar a los niños cuando estos no reciben de sus padres la atención debida?


De los 3 a los 6 años

El espíritu de la colmena. Víctor Erice. Pura poesía filmada. La realidad vista desde la mirada profunda, inocente y atormentada de dos hermanas. El mundo infantil visto en su terrible realidad.

Ponette. Jacques Doillon. El proceso de duelo por el que atraviesa una niña de 4-5 años tras la pérdida de su madre.


Desarrollo lenguaje
Ni uno menos. Zhang Yimou. Maravilloso film de este director chino que muestra cómo una niña de 12-13 años puede, en condiciones sociales extremas, hacerse cargo de una escuela rural y enseñar a escribir a otros niños.


El mundo social

Le chiavi di casa. Gianni Amelo (Basada en un libro de Giuseppe Pontiggia.) Este film se basa libremente en una obra literaria. Un padre debe enfrentarse con las carencias de un hijo en un medio social no muy comprensivo.

La guerra de papá. A. Mercero. (Basada en el libro El príncipe destronado de Miguel Delibes.) El libro de Delibes es sensacional. Esta película es la única adaptación de El príncipe destronado.


De 6 a 12 años

Las tortugas también vuelan. Bahman Ghobali. Rodada con escasos medios en el Kurdistán. La terrible vida de tres niños en las condiciones más adversas y su capacidad para superarlas.

Etre et avoir (Ser y tener) N. Philibert. Documental exquisito sobre la vida de una escuela rural en Francia de la mano de su maestro encargado. Se recorren todas las estaciones del año.


Desarrollo social y emocional

La promesa. Luc y Jean Pierre Darden. Estos hermanos están mostrando una comprensión de la psicología de los niños y adolescentes europeos contemporáneos enormemente encomiable.

El bola. Achero Mañas. Película española sobradamente conocida.


Trastarnos

Sueño de una noche de invierno. Goran Paskaljevic. (Película serbia sobre niña con autismo.) La actriz protagonista es una niña con autismo. Ambientada en la posguerra serbia muestra una visión desolada de la naturaleza humana y de sus posibilidades de salvación a través de la atención y los cuidados de los desfavorecidos


Pensamiento formal

El indomable W. Hunton.

Una mente maravillosa. Ron Howard

El aceite de la vida. George Millar

En todos estos films se presentan casos en los que la inteligencia humana es capaz de superar los más graves problemas.


Adolescencia

Los cuatrocientos golpes. F. Truffaut. Otro clásico del cine universal. La adolescencia entendida como un proceso drámatico, lleno de riesgos y peligros. Sólo quién es capaz de enfrentarse a ellos saldrá fortalecido como un adulto.

La soledad del corredor de fondo. Tony Richardson


Problemas adolescencia

Los juncos salvajes. André Téchiné.

El niño. Luc y Jean Pierre Darden.

Hoy comienza todo. B. Tavernier.

Todas ellas tratan desde una gran sensibilidad social y personal los más variados problemas con las que se enfrentan los adolescentes.


Vida adulta

El sol del membrillo. Víctor Erice. Documental que muestra en estado puro el trabajo de un artista descomunal: Antonio López. Victor Erice realiza una exhibición portentosa de talento cinematográfico.

Ma nuit chez Maud. Eric Rohmer. Los problemas morales de un adulto para conciliar el amor y sus creencias religiosas.

Centochiodi (Cien clavos) Ermano Olmi. La crisis de un profesor universitario contemporáneo que le lleva a efectuar un cambio radical de vida.


Desarrollo social adulto

Bajo la arena. F. Ozon.

Oriente es Oriente. D. O´donnell

De los problemas más urgentes con los que deben enfrentarse en este mundo complejo y decadente/ascendente distintos tipos de personas adultas.


Trastornos edad adulta

Vuelvo a casa. Manuel de Oliveira. Director centenario, él mismo un ejemplo de que la vejez no tiene porqué ser un período de decadencia.


El desarrollo integrado

Gandhi. R. Attenborough

Tierras de penumbra. R. Attenborough

Dos películas sensacionales sobre dos seres excepcionales. Gandhi, el padre del pacifismo y de la no violencia y Clive Stapleton Lewis.

Erik Rohmer y los juicios sintéticos a priori

NOCIÓN DE EMERGENCIA




Cuando un sistema, una estructura, un conjunto de cosas, es decir, un todo compuesto de partes se pone en acción “da de sí”. Y, curiosamente, el todo no es la mera suma de las partes. El todo es más que la suma de las partes. Esto es, las propiedades o características del todo son más que la mera acumulación o adición de las propiedades de sus partes constituyentes.

Cuando eso ocurre decimos que surge, nace o emerge una nueva característica o propiedad del todo que no estaba previamente presente. Cuando vemos con los dos ojos, nuestra visión no es la mera conjunción de lo que ve un ojo más lo que ve el otro ojo. No. Por el contrario, de esa interacción surge una visión que es cualitativamente distinta. La visión estereoscópica

Cuando vemos la sucesión de 20 fotografías por segundo, lo que vemos no son 20 fotogramas fijos pero muy rápidamente, sino una escena en movimiento. La percepción del movimiento.

Los sistemas dinámicos son los sistemas que tienen propiedades emergentes. Son creativos, innovadores y de ellos siempre podemos esperar que surja algo que previamente no estaba en los subsistemas que los conforman.



JUICIOS SINTÉTICOS



Los juicios sintéticos a posteriori, son “verdades” que no podemos deducir simplemente a partir del mero razonamiento. Colón, por ejemplo, no podía deducir a priori, que entre Europa y las indias hubiera un continente. Esa verdad sólo se puede obtener a posteriori. La existencia de América es un juicio sintético a posteriori. Hay que encontrarla.

Pero hay verdades a priori, independientes de la experiencia. Por ejemplo, no necesitamos hacer ninguna comprobación empírica de que una cosa es igual a ella misma. Lo sabemos a priori. Esos son los juicios analíticos, que son todos a priori. Por tanto, por definición no puede haber juicios analíticos a posteriori. Vemos, pues, que hay verdades que solo podemos encontrar a través de la experiencia, o sea, a posteriori. Son los juicios sintéticos a posteriori. Antes de llegar al Polo Sur, no sabíamos ni podíamos saber de la existencia de ciertos animales.

El problema que se plantea es si pudiera haber un híbrido, es decir, un juicio sintético a priori. Y Kant dijo que sí. Que debería haber verdades que no se nos aparecían, inmediatamente, a la luz de la razón sino que tenían que ser encontradas, pero que una vez encontradas podría verse su necesidad. Por ejemplo, la suma de los ángulos de todo triángulo es 180º grados. Eso hay que demostrarlo, no es una verdad analítica, es sintética, pero una vez demostrado vemos que afecta a todos los triángulos y no puede haber ninguno que no cumpla esa regla. A partir de ese momento ya sabemos a priori, que siempre será así.

Kant no utilizaba conceptos evolutivos. Lo que Piaget descubrió es que todos estos juicios: analíticos a priori y sintéticos a priori sufren un lento proceso constructivo a lo largo de la infancia y adolescencia. El niño no nace con esos esquemas de conocimiento. Los debe elaborar, construir y desarrollar a través de la acción y de la reflexión sobre sus acciones sobre la realidad.

En la película de Eric Rohmer, Cuento de Primavera, los cuatro personajes principales se enzarzan en una conversación sobre los juicios sintéticos a priori. La “voz cantante” la lleva el personaje que hace el papel de profesora de filosofía. Luego están una estudiante de música que en la selectividad obtuvo un 8 en Filosofía, pero que no sabe lo que es un juicio sintético a priori, el padre de ésta, persona culta que entiende la explicación de la profesora y, por último, la novia de éste último que está estudiando filosofía. La conversación tiene una gran importancia en el desarrollo de la película. No es un mero relleno. Pero es difícil apreciar la sutileza del director al incluir esta escena en el guión del film, film que parece tratar tan sólo de los problemas amorosos de estos cuatro personajes. ¿Juicios sintéticos a priori en el amor?

Kiarostami: constructivismo y representación

Kiarostami: Dónde está la casa de mi amigo; Y la vida continúa; A través de los olivos.

La película A través de los olivos (1994) incluye de alguna manera las dos anteriores: Dónde está la casa de mi amigo y Y la vida continúa. En A través de los olivos asistimos al rodaje de Y la vida continúa (1992). Y la vida continúa trata de la búsqueda por el director de Dónde está la casa de mi amigo de los actores que participaron en esta película. Por tanto, en A través de los olivos hay dos actores que hacen de Kiarostami: el que ocupa su lugar en Y la vida continúa y el que lo ocupa en A través de los olivos. Además, está el Kiarostami real. Encontramos una sucesión de niveles. Niveles de ficción para ¿representar? distintos niveles de realidad.

En A través de los olivos presenciamos la posibilidad potencial de una sucesión ilimitada de niveles: el infinito potencial en el cinematógrafo. Pero no es un mero juego de estilo el que se nos ofrece. En la película se plantean problemas epistemológicos trascendentales. El infinito es tan inalcanzable como la realidad o la ficción. Hay momentos en los que no sabemos qué es lo que estamos viendo. Es como un mareo epistemológico. ¿Verdaderamente es posible que una película (P1) consista en mostrar cómo se filmó la otra película (P2)? Siendo P1 y P2 obra del mismo director. ¿Cómo es posible que dos actores distintos hagan el papel del mismo director? ¿Y dónde está el director real si es que esta palabra tiene sentido? ¿Sería posible hacer una película de cómo se hizo la película (P1) que estamos viendo?

Esta película está mostrando los límites de toda representación. La ficción nunca puede dar alcance a la realidad. Pero la realidad siempre se escapa de la ficción. Tanto realidad como ficción están siempre en el punto de fuga. Siempre hay un punto ciego que no es posible ver y que nos impide ver la totalidad.

Esta película muestra que la totalidad es imposible.

Y que la noción de representación tiene problemas. Puede llevarnos a errores de sobresimplificación si la aceptamos ingenuamente. Y a desviarnos del camino.

Kiarostami nos lleva a un lugar que –en realidad- es un no lugar. Pues ¿desde dónde nos “habla” él? Esta película es como Las Meninas del cinematógrafo. ¿Quién puede dar más?

La Psicología del desarrollo está involucrada en el debate sobre realidad y representación de la realidad. Muchos psicólogos del desarrollo se consideran constructivistas porque consideran que lo que ocurre a lo largo del desarrollo es que el sujeto se dedica a la construcción de representaciones de la realidad cada vez más complejas. La realidad no puede ser captada de modo directo. La mente no la refleja directamente. Lo que ocurre es que a partir de ciertos aspectos de la realidad “en bruto” construimos otra realidad, o mejor, lo que tenemos es una representación, no la realidad. ¿Pero es esto así? Aquí hay un problema epistemológico muy serio y muy radical. Y tenemos la suerte de que un cineasta, lo sepa o no lo sepa, se ha enfrentado con ese problema en estas películas, que podemos considerar mayores.

¿Necesita un enfoque epistemológico constructivista la noción de representación?

La noción de representación es una reminiscencia de posturas dualistas (el sujeto reproduce el objeto; hay hechos libres de teorías; lo externo frente a lo interno) y del realismo ingenuo (la realidad exterior se reproduce en el interior).

¿Pero cómo es posible que haya una construcción de la realidad y no una representación de la realidad?

La fórmula de Putnam (Las mil caras del realismo) "la mente y el mundo, en común, constituyen la mente y el mundo", puede ser una síntesis acertada.

Si hablas de representación das a entender que hay una realidad previa al sujeto. Pero no hay nada previo al sujeto. El sujeto y el mundo se construyen simultáneamente.

No hay representación de la realidad sino construcción de la realidad.

Si se opta por un constructivismo no ingenuo la estática noción de representación está de más, debe ser eliminada. (No es necesario tener una representación de la lengua, por ejemplo, para usarla).

Si no vas hacia un constructivismo dinámico, entonces, es posible que se produzcan regresiones a niveles epistemológicos anteriores, y, las resistencias a abandonar nociones innecesarias que son más un lastre que una necesidad, podrán cristalizar.

El sujeto construye el mundo y al hacerlo se autoconstruye.

Otra cosa distinta es que haya productos sociales tangibles que manifiesten la labor constructiva realizada, aunque los sujetos hayan desaparecido. Por eso, podemos, reconstruir la genealogía del Homo Sapiens Sapiens.

Si:

(a) sobre las conexiones causales entre sucesos nunca podremos tener una percepción directa (Hume);

(b) sobre aspectos fundamentales del mundo microfísico nunca podremos tener representación alguna, a lo sumo, ecuaciones matemáticas, que son el reflejo de la labor constructiva realizada por los físicos (Heisenberg); entonces, si esto es así, todavía lo será más cuando estudiemos los procesos dinámicos en cuanto tales. Y el proceso de conocer es ante todo dinámico.

Ejecutamos actos subjetivos, ejecutamos actos intersubjetivos. De ellos hay, a veces, un resultado tangible, destilación de esos actos. Es la expresión social del esfuerzo constructivo. Las herramientas [hachas (...) ordenador]; las instituciones, las costumbres: los símbolos, en suma, personales y colectivos. Precipitados. Y sobre todo las lenguas, las formas lingüísticas...

El sujeto cognoscente solo, único, aislado es un mito. El hecho aislado es un mito. La representación de la realidad es un mito.

El que eliminemos la representación de la realidad no implica la negación de los estados mentales. El sujeto goza de estados mentales. No sólo hay estímulos y respuestas (otro mito, ya vencido). [Evitemos, en lo posible, llamarlos internos o externos].

Los estados mentales son estados físicos (postulado de identidad), pero los estados mentales no son isomórficos de los estados físicos (monismo anómalo de Davidson [La filosofía de la psicología]: distinción entre identidad e isomorfismo).

De ahí que el acuerdo intersubjetivo nunca sea completo. Hay significados (y sentidos) compartidos, pero éstos, no son exactamente los mismos para todos los sujetos. Eso hace posible tanto la consolidación como el avance sociales.

Por tanto, cada sujeto computa un significado compartido de forma idiosincrásica: no tiene por qué haber identidad física entre los estados mentales de los sujetos aunque haya máxima semejanza (isomorfismo) entre los significados.

No hay representaciones, pues, sino, antes que nada, usos, intersubjetivamente construidos o reconstruidos. Sobre los usos se construyen, intersubjetivamente significados, cada vez más complejos y diversificados.

Una cosa es la historia causal que hace que un referente sea construido mentalmente, y, otra la mera asociación entre estímulos y respuestas. Aquí no hay estados mentales. Allí sí.

La verdad, por tanto, no es una correspondencia entre una representación interna y una realidad exterior. La verdad es una labor constructiva inacabable. Una marcha hacia.

Quizás tenga sentido establecer una diferencia entre realidad y existencia con el objetivo de dar cuenta de la existencia de objetos físicos (con realidad y existencia), objetos sólo mentales (con realidad y sin existencia) no necesariamente compartidos y objetos no físicos (sin realidad pero con existencia) culturalmente compartidos, como ciertos contenidos de las matemáticas. Los objetos sin realidad ni existencia habitarían en la nada.

¿Hay lenguajes privados además de lenguajes públicos o sólo puede hablarse con propiedad de lenguajes públicos? ¿Hay una zona autónoma subjetiva a la que nadie fuera del sujeto puede acceder o eso tan sólo es una ilusión? Si hay una zona autónoma subjetiva, entonces, la psicología nunca podría reducirse a sociología, psicología cultural, cognición social; viceversa, si no todo puede reducirse a una zona autónoma subjetiva, entonces, habrá que contar con el contexto socio histórico cultural. Ahora bien, ¿cómo integrar ambos aspectos, si además de compartir una zona común conservan territorios propios?

NEORREALISMO: ROSSELLINI Y DE SICA

1. La afirmación de la completa determinación de los fenómenos físicos es una posición epistemológica que podríamos caracterizar como racionalismo clásico. Esta posición, en palabras de Laplace, sostiene que: conociendo con total precisión las condiciones iniciales de cualquier sistema es posible predecir con absoluta seguridad su evolución posterior. El racionalismo relativista y el racionalismo dialéctico se separan de esta afirmación dogmática. El racionalismo postracionalista considera que no hay ningún sistema físico que pueda predecirse desde dentro. La autopredicción completa es imposible. La imposibilidad de la determinación completa es intrínseca. La incompletitud de nuestros modelos teóricos puede no ser un defecto de la teoría, sino un reflejo de la indeterminación de la realidad, del estado de cosas mismo. La imposibilidad de la determinación completa es esencial. (En el racionalismo clásico parece que se considera predicción como sinónimo de determinación.)

2. Según el Principio de razón suficiente no hay nada que no tenga una causa. El que la conducta humana responda a causas no quiere decir forzosamente que esté determinada. Parece que se confunde causalidad y determinación.

3. Habría que establecer claramente la diferencia entre una postura predeterminista, determinista, sobredeterminista e indeterminista.

4. El hecho de que sea demostrable que hay procesos automáticos, no conscientes no quiere decir que todo lo que ocurre en el Inconsciente sea automático. En el inconsciente se producen elaboraciones que no son accesibles a la conciencia y, que sin embargo, no tienen porqué ser automáticas. Parece que se confunde automatismo e inconsciente.

5. El hecho de que pueda demostrarse que la conducta humana pueda ser manipulada en ciertas circunstancias no quiere decir que las libres decisiones no puedan tener lugar en ningún caso. Lo mismo cabría decir del autoengaño. El autoengaño se da como justificación posterior de una determinada conducta, pero en determinadas situaciones la conducta humana puede ser consciente de eso y suspender el autoengaño.

6. Efectivamente, no tenemos acceso a todo el trabajo corporal (y por tanto cerebral) que se produce. Todos los microprocesos son opacos a la conciencia. Pero eso lo que pone de manifiesto es la complejidad del organismo humano. Sin embargo, sí tenemos acceso a muchos de los resultados de los procesos de nivel básico, fundamental o estructural. Parece que se confunde opacidad y no accesibilidad con control libre de la conducta.

7. El hecho de que haya ilusiones perceptivas no quiere decir que no haya percepción. Del mismo modo, el hecho de que haya ilusión de libre albedrío, no elimina su posibilidad. Gracias a la conciencia podemos llegar a saber que estamos siendo objeto de ilusiones de todo tipo. La posibilidad de ser consciente de algo abre la posibilidad de su control. Parece que se confunde entre ilusión y conciencia.

8. El ser humano aunque tenga una génesis como especie natural es un ser social, cultural e histórico. Por tanto no se le puede entender apelando sólo y únicamente a leyes naturales. En el caso humano, en muchos casos las leyes naturales están suspendidas. Desconocemos la forma de integrar lo natural y lo cultural porque son niveles inconmensurables. Parece que se está confundiendo entre leyes naturales que gobiernan la conducta animal y leyes históricas, sociales y culturales que causan la conducta humana.

9. No se estudia suficientemente el papel del azar. ¿Es el azar uno de los causantes de la imposibilidad de mantener dogmáticamente una postura determinista?

10. Si todo de alguna forma está determinado, se tiene que aplicar el cuento el propio teórico que mantiene esa postura teórica. En consecuencia, ¿está determinado el racionalista clásico a proponer una concepción determinista de la conducta humana? Si no lo está, por lo menos en este aspecto, sería libre para hacerlo o no hacerlo. Y si lo está, entonces, tal teoría como teoría no tendría ningún valor.

11. La persona no es un mero resultante de la interacción de distintos vectores. Es un constructor activo de sí misma. La persona se autoconstruye a partir de la dotación recibida, de sus circunstancias y de sus múltiples interacciones. Da sentido, busca el sentido, interpreta sus acciones. La prueba es que puede dedicarse a especular sobre el libre albedrío, sus limitaciones y sus posibilidades. Es limitada pero sabe que lo es. Está condicionada pero sabe que lo está.

¿Está determinado el protagonista de EL LADRÓN DE BICICLETAS a robar la bicicleta? ¿Está determinado el niño de ALEMANIA, AÑO CERO, A SUICIDARSE? ¿Consigue la protagonista de STROMBOLI, salir del círculo vicioso de su vida anterior?

Cine y desarrollo humano

Las posibilidades didácticas del cine



La primera idea que surge en relación a esta conexión entre cine y desarrollo es que el cine realmente se ha ocupado y se ocupa fundamentalmente de contar historias de personas, de mostrar sus comportamientos, sus relaciones, sus conflictos. ¿Se puede decir que la materia de la que están hechas las películas es la misma que interesa a la Psicología del desarrollo humano? Sí. Porque el cine es vida. Refleja la vida. No tendría sentido al margen de la peripecia vital. Un cine puramente abstracto como, por ejemplo, la pintura abstracta no tiene sentido. El cine no es pintura, novela, escultura, música, fotografía o teatro. Es todo eso y mucho más. Porque al reunir todas las artes que le han precedido no se limita a ser la mera suma de todas. Como decimos en psicología del desarrollo: el todo es más que la suma de las partes. ¿En qué sentido el cine es una vía para aprender sobre el ser humano, sobre cómo se comporta, piensa y siente en las distintas etapas de la vida? El cine ha tratado todos los temas importantes que afectan a la vida humana en su desarrollo: la niñez, la adolescencia, la juventud, la vida adulta y sus crisis, la vejez y la muerte. Lo ha hecho desde las más variadas perspectivas. Quizás el cine proporciona un acceso privilegiado, aunque sea ‘artificial’, a la vida mental de los personajes, a lo que piensan y se representan cada día, algo que es difícil de estudiar y sacar a la luz de forma sistemática con las herramientas de la Psicología científica ¿Quién mejor que Bergman, por ejemplo, ha tratado de los conflictos que se dan en la relación de pareja? Su obra Secretos de un matrimonio, 5 horas de auténtico arte de la palabra, aborda de la manera más profunda todo el infierno de las relaciones de la pareja. Quien ve esa obra experimenta en propia carne todos los conflictos que no ha vivido y todos los que ha vivido. Y los experimenta a una nueva luz. Y qué decir de su aventajado discípulo, W. Allen. En su Maridos y mujeres asistimos a un “retrato del alma humana”. En este sentido cabe la pregunta de si un buen director de cine es o podría ser un ‘buen psicólogo’ Se ha dicho, sobre todo desde el psicoanálisis que la situación tan particular en que se sitúan los espectadores, el contexto (oscuridad en la sala), el ambiente que se crea cuando uno ve una película, le sitúa en un estado cercano al ‘sueño’ (no porque el espectador se duerma, claro está, sino por el paralelismo con el acto de soñar). Pero lejos de esta interpretación psicoanalítica, lo que se puede destacar es la influencia que tiene o que puede tener el cine sobre la propia psicología del espectador. Sea por la situación, por el impacto de las imágenes o los movimientos de la cámara, etc., las películas no solo afectan a la inteligencia del espectador, sino que provocan emociones. ¿Se puede decir que la emoción compartida – que provoca el cine en muchas ocasiones es otro modo de conocer? Pensemos en la reciente película de J. Demme, La boda de Rachel. En dos horas podemos experimentar en nuestra propia carne un conjunto de emociones complejas que nos permiten un acceso al conocimiento de las crisis y de los conflictos de las mujeres contemporáneas inigualable. Con motivo de la boda de Rachel, afloran todos los conflictos de la familia: la rivalidad entre las hermanas, los problemas de adicción de la hermana de Raquel, las heridas abiertas y nunca cerradas del adolescencia, los efectos del divorcio de los padres en el desarrollo emocional de los hijos, la lucha de las personas por renacer de sus caídas. ¿Es una buena forma de conocer la que el cine permite? A nosotros si nos lo parece. No hay que pensar más que en la cantidad de recursos que posee. Pensemos, incluso, que eso lo podía conseguir ya el cine mudo y el cine en blanco y negro. Si añadimos sonido, color, música y todos los demás recursos, pues estamos ante un fenómeno de consecuencias incalculables en la cultura humana.


¿Es una forma de aprender sobre el ser humano que se puede/debe utilizar como vía de estudio, más allá de las formas tradicionales-académicas? Hay incluso un filósofo muy importante, Stanley Cavell, que ha escrito un libro en el que sostiene que el cine puede hacernos mejores. El cine tendría la capacidad de mostrar las etapas hacia la consecución del yo no realizado. El cine es entretenimiento, diversión, ocio, evasión o mera industria. Pero sobre todo es conocimiento. Muchas películas del cine francés pueden ilustrar este punto. Los franceses tienen una particular sensibilidad para conocer la maravilla de la infancia y de la adolescencia. Truffaut es un genio en el conocimiento de la educación y de la adolescencia.

El cine ayuda a ver

LOS MILAGROS DE CADA DÍA




¿Sería posible encontrar cada día un hecho inesperado, algo inexplicable, al menos con respecto a los esquemas cotidianos?

Sí.

Cada día nos suceden cosas que no caben en los esquemas explicativos de los que estamos armados. (Ni en los personales ni en los colectivos.)

¿Por qué no las percibimos? Lo inesperado, por qué no lo vemos.

La mayor parte de nuestras creencias son colectivas pero también tenemos cada uno nuestras propias creencias personales. Tanto unas como otras pueden ser inhibidoras.

Nuestra mente está muy bien preparada para procesar lo esperado, lo usual, lo habitual.

Pero nos cuesta mucho trabajo ver lo que no esperamos. Lo que se sale o desborda nuestros moldes. Muchas veces, aquello para lo que no tenemos una explicación.

En nosotros y fuera de nosotros.

En realidad, ocurre lo contrario de lo que pensamos: lo que podemos explicar es la excepción. Una muy pequeña parte de todo.

¿Siempre será así?

En ese sentido vivimos muy engañados: para la mayor parte de las cosas no tenemos explicación aunque para muchísimas sí que las tengamos.

Por mucho que aprendamos, siempre será proporcionalmente mayor nuestra ignorancia que nuestra sabiduría.

Tomás no creyó lo incomprensible.

¿Casi todos somos como Tomás?

Tomás creyó cuando pudo comprobar por sí mismo. Aunque, si bien se mira, si otros no hubieran creído –lo inesperado- antes que él, él no hubiera podido “comprobar” nada.

A pesar de todo, ahora la inmensa mayoría no llega ni al nivel de Tomás. Ni siquiera metiendo nuestros dedos creeríamos.

Somos, incluso, peores que Caín, Caín envidiaba la virtud. Nosotros: “Gloria a Caín, hoy el vicio es lo que se envidia más” (Antonio Machado.)

Los discípulos de Emaús creyeron después de ver sin ver. No en el momento que lo tenían delante. Tan solo por el efecto causado por su paso. Creyeron y, así, vieron… retrospectivamente. Lo habían registrado todo pero no estaban entendiendo nada. Solo cuando creyeron pudieron revisar sus percepciones e interpretarlas de una forma nueva, a una nueva luz.

María Magdalena lo confundió con un hortelano. Necesitó una palabra para ver. Una palabra pronunciada de una determinada forma. Su propio nombre. No así nosotros.

La tumba estaba vacía. ¿Cómo ver en una tumba vacía una resurrección? Lo más lógico es ver un robo, una ocultación, un fraude, no una resurrección.

No es lo mismo el escepticismo que la ignorancia.

Sin embargo, nos negamos a percibir realidades porque no tenemos esquemas explicativos y, al mismo tiempo, nos entregamos a delirios, fantasías o ilusiones, que son totalmente erróneos.

¿No vemos lo que no queremos ver?

¿Lo que no estamos preparados para ver?

¿Lo que no podemos explicar?

¿Lo que no nos conviene o interesa ver?

¿Nos hacemos una realidad a nuestra medida?

Manipulamos los hechos, la realidad y los datos para que encajen en nuestros prejuicios.

Nos manipulan los hechos delante de nuestras narices y no nos enteramos.

¿Quién se saldrá primero de esta percepciomanía?

Cajal “veía” los datos antes de verlos. Como Einstein. Son dos grandes racionalistas. Su razón estaba tan bien ajustada, que la realidad lo único que hacía era darles la razón. Preveían.

Sin embargo, ellos tampoco veían todo. También ellos estaban llenos de prejuicios que limitaban su visión.

¿Es imposible vivir sin prejuicios?

Todos estamos llenos de prejuicios.

Nos impiden ver.

¿Cómo podríamos liberarnos de todos nuestros prejuicios que nos amordazan?

Animales de realidades.

Es el infierno de los prejuicios: perded toda esperanza.

Por eso es tan maravilloso cuando alguien nos libera de algún prejuicio. Es como pasar al purgatorio donde ya se atisba el Paraíso.

¿Pero, y al Paraíso? ¿Cuándo llegaremos al Paraíso de la ausencia de prejuicios? Veríamos las realidades con esquemas, sí, pero unos esquemas ajustados, abiertos, flexibles. Veríamos las realidades de forma adecuada. Casi podríamos decir que directamente.

Pero no necesitamos que sea directamente, para que no nos llamen realistas ingenuos, pero sí al menos sin dejar nada fuera alegando que es porque no podemos integrarlo.

Necesitamos ampliar, desbordar, superar, ir más allá, siempre, de donde nuestra ignorancia, pereza o simpleza nos retiene.

Colón es el modelo para salir de este Infierno: acertar equivocándose. Quiso abrir una nueva ruta y descubrió un continente. Algo para lo que su mente no estaba preparada. Fue más allá de sus prejuicios, de sus errores, de su ignorancia. Encontró lo que no buscaba.

Picasso es más soberbio: “yo no busco, encuentro.”

Unos cuantos como él, como Colón, necesitamos para salir de la cárcel donde nos ha metido un racionalismo estrecho y dogmático, inconsciente de sus propios prejuicios.

Despreciamos cuanto ignoramos (Antonio Machado.)

No tenemos confianza en nosotros mismos (Emerson.)

No somos capaces de ver los milagros cotidianos.

Tenemos miedo a salirnos de la dictadura de la costumbre (Herzen.)

Estamos, hoy en día, tan atrapados en distintas mentiras y patrañas que hemos castrado nuestra capacidad natural para percibir lo que nos acontece.

Parece avanzar mucho la técnica, los procedimientos, los recursos y los métodos y muy poco el conocimiento.

Ver adecuadamente es un juego siempre escurridizo entre lo visible y lo invisible, entre la causa y el efecto, entre lo que se da y lo oculto, entre la presencia y la ausencia.

(Piensa en Colón. Piensa en las lunas de Júpiter. Piensa en las manchas solares. Piensa en la mente. Piensa en el alma. Piensa en el sepulcro vacío)

Ver es siempre un ir más allá de, a partir de lo dado alcanzar lo no dado.

Dejarse sorprender.

Estar atento.

Estar abierto.

Imaginar.

Prepararse.

Es muy parecido a enamorarse.



Mirar, ver, percibir, observar, captar, darse cuenta, atender…

Intuir

Salía humo de las chimeneas, olía a carne quemada y no quisieron ver para no saber.



El ojo que ves es ojo porque:

le veo (realista ingenuo)

le veo ver (empirista)

bueno quizás no sea más que una ilusión (escéptico)

le concibo o construyo como ojo (idealista o constructivista)

hemos convenido en que es un ojo (relativista)

¡hombre!, eso depende del contexto cultural (multiculturalista)

está hecho para ver (racionalista)

te ve (Antonio Machado)

¿Por qué prefieren la oscuridad de la caverna y sus sombras a la luz del día? ¿Por qué no quieren ver las cosas como son y se contentan con sus sombras?

No hay mejor ciego que el que no quiere ver. Por eso Helen Keller aunque ciega y sorda y muda acabó viendo porque así lo quiso.

Galileo se extrañaba de que sus colegas no vieran las lunas de Júpiter ni siquiera mirando a través del telescopio: unos porque no querían mirar por el telescopio y otros porque aunque miraran no las veían. Emerson dice, sin embargo, que hay pueblos antiguos que las veían a simple vista.

Ver a simple vista, ¿qué será eso? El hombre contemporáneo parece haberlo olvidado.

Darwin se extrañaba de que sus maestros cuando salían a buscar fósiles no vieran aquéllos que no cuadraban con sus teorías previas. Con la idea que tenían de las edades geológicas. Exactamente lo mismo que les ocurre hoy a los darwinistas dogmáticos.



Hay que aprender a ver.

Hay que educar la mirada.

Hay que desarrollar la percepción.

Hay que ejercitar la atención.



James Stewart disparó a Liverty Valance. Pero al final vemos que realmente quien le mató fue John Wayne. Eso está ocurriendo cada día. Es uno de los mecanismos fundamentales del engaño masivo y de la manipulación de nuestra percepción. J. S. dispara a L. V., éste cae mortalmente herido, luego, J. S. ha matado a L. V. Pero no: hay que expandir la mirada. Si la expandimos comprobamos que eso es así pero no explica los hechos. Hay un tercero, decisivo, oculto: J. W. Pero eso solo lo sabía John Ford.

Unos aviones –vemos- chocan contra unas torres, esas torres tiempo después caen, luego las torres caen por efecto del choque de los aviones. Demasiado simple. ¿Dónde estaba John Wayne? Hay incluso quien ha descubierto a J. W. Conspiración del silencio. Pero sobre todo, ¿dónde está John Ford?

(En Vértigo, James Stewart ve cómo una mujer, idéntica a Kim Novak, cae desde arriba de la torre. Lógicamente piensa, en ese momento, que es la propia Kim Novak la que ha caído. Aquejado de vértigo, no sube a comprobarlo. Error fatal que cometemos todos continuamente.)

Es curioso que en la época más supersticiosa y manipulada que haya existido jamás, abunde tanto el escepticismo, el relativismo, el fraude y la basura (bullshit). Abunda todo menos la verdad.

Famoso artista transgresor en todos los órdenes de la existencia –o eso quiere hacernos él creer- lleva a sus hijas a un colegio privado de élite, las matricula en religión para que allí mismo hagan su primera comunión, exactamente igual que todas las hijas de todas las familias conservadoras y convencionales. Pero eso le será hábil y cuidadosamente ocultado a su público.

Famoso filósofo promotor de la eutanasia activa y del suicidio asistido y de todo lo demás, encargará el cuidado de su madre afectada de Alzheimer a tres personas. Al ser preguntado por su escasa coherencia, dirá que las cosas se ven de distinta forma cuando se piensan en abstracto que cuando uno se ve afectado personalmente por ellas.

¿Critico al famoso artista y al famoso ideólogo por su incoherencia?

No.

En realidad, ambos se están poniendo una camisa de fuerza para no ver lo que realmente son: uno, una persona convencional y conservadora y amante de las tradiciones pero de las que se avergüenza y otra uno hijo que cumple con el sagrado deber de honrar a sus padres. ¿Por qué ambos no quieren ver lo que realmente son y se esfuerzan por verse como realmente no son?

Y así todo.

Cegarse y cegarse parece ser la suprema actividad de los hombres contemporáneos.

Antes huíamos de la ignorancia ahora huimos de la realidad.

Permanecer en la caverna. En la social y en la personal.

Copérnico y Tolomeo observaban el mismo sol pero uno lo consideraba fijo y otro en rotación alrededor de la tierra. Como vemos, se pueden observan las mismas cosas y, no obstante, llegar a conclusiones contrapuestas. Sólo una de ellas, sin embargo, será la verdadera. Tolomeo utilizaba el sentido común: normalmente cuando algo se mueve en torno a nosotros somos nosotros los que permanecemos fijos. Eso quiere decir que estamos muy bien preparados para lo común y esperado.

Pero lo que realmente nos interesa es lo inesperado. La excepción. Esperamos lo inesperado. Y, además, las cosas importantes no son lo que parecen a primera vista. En las cosas importantes somos nosotros los que giramos aunque creamos estar quietos.

Velázquez: Las Meninas. Los espejos sirven, en general, para mostrar, para ver. En este caso para ocultar lo que estamos viendo. Para estimularnos a abrigar dudas sobre lo que realmente está pasando en esa sala. La realidad no es simple. Pero no huyamos de ella. No le demos la espalda. No nos encorsetemos para no verla. No vayamos a por peces con flechas ni a por pájaros con redes. Ajustemos nuestros procedimientos y nuestros métodos.

Cantor exclamó cuando pudo demostrar un teorema que violaba todas las preconcepciones, los prejuicios y las supercherías de su época y de todas las épocas: ¡Lo veo pero no lo creo! Como Colón.

Volvamos a Colón. Reconozcamos nuestras resistencias para aceptar lo increíble, lo que no estamos preparados para ver ni creer. Pero, aun así, se pueden descubrir nuevos continentes si estamos dispuestos a ver antes de creer (Cantor) o a creer después de ver (Tomás) o a ver después de creer (Colón). Y a creer sin ver (Chesterton.)

El otro día –un día de octubre- paseando por El Retiro observé un castaño de indias que parecía como si se hubiera saltado el otoño y el invierno. De forma increíble le habían nacido hojas verdes nuevas y estaba en floración. Lo miraba y lo miraba y no salía de mi asombro. Porque eso no podía ser y lo que no puede ser es fantasía. He vuelto todos los días para comprobar que no era un autoengaño. Y lo que he visto es que “eso” le pasaba no solo a uno sino que “eso” le estaba pasando a más castaños de indias. También he observado que la gente pasa a su lado y no se extraña de nada. ¿No lo ven?

La boda de Rachel

LO MOSTRADO PERO NO EXPLICADO EN LA BODA DE RACHEL (J. DEMME)




CUESTIONARIO PARA ESTUDIAR LAS DIFICULTADES DEL ESPECTADOR ADULTO PARA CONSTRUIR LA MICROESTRUCTURA Y LA MACROESTRUCTURA DE UN FILM.

HIPÓTESIS: CUÁNTAS MÁS COSAS SE DEJEN SIN EXPLICITAR, MÁS CONEXIONES SE DEJEN DE ESTABLECER Y MENOS INFORMACIÓN SE DÉ, MAYORES SERÁN LAS DIFICULTADES DEL ESPECTADOR Y, POR TANTO, MÁS RECHAZO O DESESTIMIENTO GENERARÁ EN EL ESPECTADOR.



1. ¿Por qué va Kym a esa reunión de adictos cerca de la casa de su padre?

2. ¿Por qué está el padrino de la boda en esa reunión?

3. ¿Conocía Kym previamente al padrino antes de coincidir en la citada reunión?

4. ¿Por qué tienen un encuentro erótico a escondidas después?

5. ¿Cuántos años tienes Rachel y Kym? En todo caso, ¿cuál es la mayor?

6. ¿Cuántos años hace que murió el hermano de ambas, Ethan? ¿Cuántos años tenía Ethan cuando murió?

7. ¿Por qué se separaron los padres de Rachel y Kym?

8. ¿Cuánto tiempo hace que se separaron?

9. ¿Cuál es la profesión del padre?

10. ¿Qué se puede deducir de la nueva mujer del padre: edad, profesión, carácter, vida anterior…?

11. ¿Qué se puede deducir del nuevo marido de la madre: edad, profesión, carácter, vida anterior…?

12. ¿Qué relación han tenido las hijas con la madre desde la separación de los padres?

Los secretos de un matrimonio

LOS SECRETOS DE UN MATRIMONIO.


I. BERGMAN.



¿Qué temas aborda esta obra?



1. Las relaciones de pareja de Johan y Marienne a lo largo de 10 años.

2. La crisis de la mitad de la vida.

3. La “distancia” intergeneracional: los padres de la pareja y las hijas de la pareja.

4. Las relaciones entre trabajo, actividad laboral y vida familiar.

5. Las intromisiones ilegítimas de la política en la vida personal.

6. La soledad y el desamparo de los seres humanos. El vacío o el hastío existencial.

7. Los problemas legales y sociales que conlleva el divorcio.

8. La violencia de género.

9. La lucha de la mujer por su emancipación afectiva y de su independencia emocional del varón.

10. Las diferencias psicológicas entre varones y mujeres.

11. El analfabetismo emocional.

12. La pérdida de la referencia cristiana. La necesidad, no obstante, de cultivar la vida espiritual.

13. La repetición de los mismos esquemas fallidos al empezar una nueva vida de pareja.

14. Los celos. Las infidelidades. Las mentiras. La vida clandestina. La culpa. El odio. El egoísmo. El sexo.

15. La búsqueda desesperada de la pertenencia, el vínculo y la seguridad.

16. La dificultad de enfrentarse con la verdad de uno mismo, con la verdad del otro y con la verdad de la relación ente “uno y otro”. La imposibilidad de la veracidad absoluta.

17. La posibilidad de redención en otro plano superior. Se puede llegar a un cierto paraíso después de pasar por el infierno y el purgatorio. En cualquier caso hay que aceptar que nos espera la enfermedad, el dolor y la muerte. El amor humano no puede salvarnos. Dios está ausente en este momento.

Tiro en la cabeza (2008)

Tiro en la cabeza (2008)


Jaime Rosales.



Observar, mirar, ver, percibir y atender.





Esta es una película sonora pero, en cierto sentido, muda. Una cámara con enormes teleobjetivos sigue de un modo, a su vez, “objetivo” las andanzas de un hombre del que no sabemos nada más que lo que nos muestra la cámara. Que pretende que sea todo. Por supuesto, como digo, no oímos las conversaciones que mantiene con todo tipo de interlocutor. Tan sólo se oye el ruido o el sonido ambiente. No tenemos, pues, acceso a los diálogos en los que se ve envuelto. Dialoga pero no sabemos ni de qué ni sobre qué. La cámara se limita a seguirle de lejos. Así pasa una hora de película que es el resumen de muchas horas de vida. No tenemos el más mínimo indicio de que tenga una segunda vida, además de la que se nos muestra, y eso que conocemos todos sus movimientos. Sabemos dónde trabaja, con quién sale, en qué casa vive, lo que hace en su casa cuando llega, lo que hace en las casas a las que va de visita. Le conocemos a él y a su entorno. Lo único que nos es negado es el contenido de sus conversaciones y de sus monólogos -si es que los tiene- y, por tanto, de lo que piensa. Es una especie de observación de tipo conductista. Sin embargo, en un determinado momento todo dará un giro inesperado. Este hombre tiene una vida oculta, clandestina y secreta. El hombre cruza la frontera española y llega al país vasco francés. La cámara le sigue. Sabemos a qué casa va y conocemos a las personas con las que se encuentra y con las que comparte su tiempo. Pero no sabemos tampoco de lo que hablan. De pronto vemos cómo este hombre mata a quema ropa a dos hombres en el aparcamiento de una gran superficie y se da posteriormente a la fuga. Vuelve a España. Deducimos, por el modo que ha tenido de mirarlos -y por la única palabra que se oye con claridad en toda la película- entonces, que el hombre ha sospechado que sus víctimas eran policías españoles. Deducimos que el hombre es un terrorista.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Películas que merecen la pena 2009-2010

Visión. La Historia de Hildegard von Bingen. Margarethe von Trotta.
Curiosamente  la editorial Trotta ha publicado algunas de las obras de Hildegardad.

El silencio de Lorna. Jean Pierre y Luc Dardenne.

Mamut. Lukas Moodysson.

Io sono l´amore. Luca Guadagnino.

Two lovers. James Gray.

Fish tank. Andrea Arnold.

An education. Lone Scherfig.

La nana. Sebastián Silva.

Cinco minutos de gloria. Oliver Hirschbiegel.

Ciudad de vida y de muerte. Lu Chuan.

El escritor. Roman Polanski.

Corazón rebelde. Scott Cooper.

The road. John Hillcoat.
Merece la pena leer también la novela de Cormac McCarthy en la que está basada la película: La carretera.

Katyn. Andrzej Wajda.

Frozen River. Courtney Hunt.

Despedidas. Yokiro Takita.

Aruitemo, Aruitemo. (Still walking). Hirokazu Kore-eda.

Vacaciones de Ferragosto. Gianni di Gregorio.

Los mundos de Coraline. Henry Selick.

Su nombre es Sabine. Sandrine Bonnaire.