Tyler J. VanderWeele ha publicado una investigación original titulada: Association Between Religious Service Attendance and Lower Suicide Rates Among US Women en el JAMA Psychiatry, cuyo resultado más relevante indica que la asistencia a servicios religiosos disminuye -muy significativamente- el número de suicidios.
Para llegar a esa conclusión han estudiado a lo largo de varios años (1996-2010) una cohorte de 89708 mujeres. A lo largo de este tiempo hubo 36 suicidios. Hicieron cuatro grupos:(a) nunca acudo a servicios religiosos, (b) acudo menos de una vez a la semana, (c) acudo una vez a la semana y (d) acudo más de una vez a la semana.
Un primer dato muy significativo es que 18 de los suicidados pertenecían al grupo (a), esto es, nunca iban a servicios religiosos; 11 acudían menos de una vez y 7 acudían una -o más de una- vez a la semana. O sea, que cuanta más asistencia menos suicidios.
Pero hay otro resultado muy interesante: se han encontrado grandes diferencias entre católicos y protestantes. Entre los protestantes hubo 19 suicidas, de los cuales 14 nunca -o menos de una vez por semana- iban a los servicios religiosos y 5 iban una vez o más por semana. Sin embargo, entre los católicos hubo 9 suicidas: 8 de ellas no iban nunca -o menos de una vez por semana- a la iglesia y sólo una iba a la iglesia una vez -o más de una vez- por semana.
Esto no significa que se deba prescribir a las personas con riesgo de suicidio la asistencia a los oficios religiosos. Pero tanto los psiquiatras como los psicólogos deberían valorar el recurso inapreciable que supone la religión, en particular, la católica cuando se enfrentan con pacientes que la practican.
En cualquier caso, las mujeres de la cohorte estudiada a los largo de varios años que asistían regularmente a los oficios religiosos (particularmente, las católicas) mostraron un riesgo 5 veces menor de suicidarse con respecto a las que no lo acudían. Para más datos consúltese el artículo original.
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