viernes, 15 de abril de 2022

Los católicos asintomáticos españoles

En los CIS de la serie histórica, no solo, pues, en los de Tozinos, también en los anteriores, se pregunta a los 4000 consumidores/contribuyentes españoles que conforman la muestra sobre sus creencias, o más bien sentimientos, religiosos. Hay una categoría especialmente repelente: católico no practicante. En la actualidad es la categoría más concurrida (cerca del 40%). Y uno se pregunta, quiénes serán esos engendros mentales que se denominan a si mismos de ese modo. (Es como si hubiera otra categoría, además de la de ateos, que dijera: ateos creyentes.) En esta época ---de tiranía sanitaria--- donde se ha llegado manu militari a construir una nueva categoría, la de los enfermos asintomáticos, se me aparece la etiqueta en todo su significado: un católico no practicante es un católico asintomático, cuyo catolicismo no se puede observar. Y por la misma ¨regla de tres¨ ya se puede ser un ser racional asintomático, es decir, un ser absurdo. O se puede ser un enfermo mental asintomático, es decir, una persona medio normal. (Todo en este plan.) En esta época decadente o final, donde la contradicción en sus propios términos viene siendo la norma que subyace a los presuntos razonamientos (bazofia mental, mejor diríamos) de la mayoría de los paisanos, todo es posible. Desaparecidas las categorías lógico matemáticas ya nadie entiende, por ejemplo, que el principio de identidad ---que A es igual a A--no se puede demostrar porque es un axioma. Que la existencia de la realidad no se puede demostrar porque es un axioma. Que la consciencia no se puede demostrar porque es un axioma. O sea, que hay cuestiones irreductibles, primitivas. Autoevidentes y, por tanto, indiscutibles. Entonces, majadero, si te defines como católico no practicante no sabes ni lo que dices, ni lo que eres, ni lo que pasa, ni lo que te espera: ser vomitado como un tibio en la última hora.

domingo, 3 de abril de 2022

España 2022

España hoy día es un conjunto de consumidores-contribuyentes. No existe ni como patria común de todos sus habitantes ni como nación soberana.

En efecto, no tiene una lengua común, pues el castellano o español no es sentido como lengua propia en la mayor parte de Catalunya, Vascongadas, Baleares, Valencia y, en menor medida, Galiza.

No tiene una religión común, pues se ha producido una apostasía silenciosa masiva. Los españoles, de facto, no profesan ninguna religión. Hay un resto de católicos practicantes insignificantes. (Se limitan a bautizos, comuniones, bodas y funerales.)

Y, por supuesto, sus habitantes no tienen ningún proyecto de vida en común. Estas tres condiciones son condiciones sine qua non para que haya una patria y una nación.

Como pais miembro de la UE tiene severamente limitadas no solo su soberanía energética, defensiva e hidrográfica, entre otras, sino su soberanía política. Por ejemplo, le han impuesto ---desde el exterior--- un estado de carácter autonómico que la debilita de un modo definitivo. Por otra parte, está sometida al imperialismo militar OTAN y USA.

Le imponen leyes --desde el exterior-- arbitrarias sobre, por ejemplo, la ley de violencia de género, sobre los derechos LGTIetc, la inmigración ilegal, el cambio climático.

Desde el interior una logia secreta, presuntamente masónica, dirige la política cultural, moral, estética y social, en general, secuestrando ---para sus propios intereses, no declarados abiertamente--- la educación no universitaria. Regula mediante leyes intocables las costumbres morales (divorcio, aborto, matrimonio homosexual, eutanasia), decide sobre la "memoria histórica" y sobre quiénes son los ciudadanos democráticos y cuáles son los sospechosos de no serlo, mediante los declarados "cordones sanitarios o democráticos".

No es un sistema político, sino un régimen tiránico, oligárquico y partitocrático. O sea, absorbe las tres formas degeneradas de los sistemas políticos sanos: monarquía, aristocracia y república.

Lo que queda de España es la última fase de un largo período que conoció una edad de oro, una de plata, otra de bronce, la penúltima ya de hierro y esta, en la que estamos, de madera o barro.

Vivimos de un gasto feroz --lo que produce un endeudamiento creciente-- y que llevará a una burbuja financiera que desembocará, a su vez, en el desastre social pues las masas ignoran que ya están sentenciadas a muerte. Han establecido con la oligarquía económica ---que les tiene pesebrizados con el mantra de pan para hoy--- un pacto siniestro de todo gratis. Masa compradas a precio de saldo.

Aquí se cometen todos tipo de delitos gravísimos que quedan impunes. El poder judicial está corrompido por la partitocracia masónica que lo corroe todo: el legislativo y el judicial. Los medios de comunicación están leprosos de subvenciones arbitrarias y fraudulentas.






sábado, 2 de abril de 2022

Pensamientos prohibidos

Una de las consecuencias del pecado original es --precisamente--la imposibilidad de saber en qué consiste el pecado original.

La prueba de que hay una conspiración oculta  contra la humanidad es que todas las teorías conspirativas son absurdas más que falsas, que también. Y eso ---solo es posible--- si, a su vez, son promovidas y difundidas por la verdadera conspiración.

La democracia (in)vertebrada en partidos políticos es una degeneración patológica de la democracia. Por lo tanto, no es democracia ni, por tanto, el gobierno basado en la res publica, en la cosa pública. Hoy día no hay en el mundo ningún sistema democrático. Debería aceptarse para referirse a ellas el término descriptivo, no peyorativo, de partitocracias. Eso lo explicó de un modo insuperable Simone Weil.

Debemos aprender del estoicismo a aceptar con serenidad, paz --y hasta alegría-- que esto no tiene solución posible porque todo proceso histórico tiene nacimiento y muerte. Y ahora es la hora de la muerte. A lo que debemos aspirar, entonces, es a una buena muerte. Eutanasia histórica.

Verdaderamente, pocas veces alguien ha sido capaz de formular de un modo tan conciso y perfecto una realidad histórica --donde tanto lo uno como lo otro son execrables-- como Julián Marías al referisrse a la guerra civil española: los injustos vencedores y los justos perdedores. Podría aplicarse en este momento a Rusia y a Ucrania. Y a otras muchas realidades.

En los tiempos finales: ni esto ni aquello; ni lo uno ni lo otro. Son los tiempos de la negación conjunta.

Es la hora de los hombres escindidos. Ejemplo definitivo: Séneca: sabía dónde estaba el bien supremo, mejor que nadie lo sabía expresar y cultivar y perseguir, pero arrastraba incoherencias (faltas y delitos) incomprensibles para alguien de su nivel espiritual. Ahora, incluso, los mejores no mejoran a Séneca.

A la juventud, para no engañarla, hay que decirle que estando, como estamos, en una decadencia histórica (espiritual, cultural, estética) irreversible es crucial ordenar la vida personal y comunitaria del modo más sabio. Lo más importante: elegir una pareja para toda la vida y huir, por tanto, de todo vicio. (Ignorar de un modo completo la televisión.) Primar la vida interior, cultivar la propia alma, aficionarse a la música superior (gregoriano, Bach, Mozart, Bethoven, Chopin). Es crucial contar con una biblioteca personal donde no pueden faltar: Presocráticos, Platón, Aristóteles, Epicteto, Cicerón, Séneca, Marco Aurelio, Tácito. Hay que encontrar un modo creativo de servir a nuestros prójimos (el huérfano, la viuda y el extranjero) pero al margen de ONGs y partidos. Cuidar de nuestros mayores y facilitarles una buena muerte. Como el único rito o culto eterno que queda en este mundo moribundo es la Misa, es presiso venerarla como lo más sublime en lo que podemos aún participar. (Esto lo sabían, entre otros, Marcel Proust, Satie, Agatha Christi, Lorca y todos los verdaderos artistas del XX y del XXI).