martes, 30 de enero de 2024

La estupidez es ignorancia que se ignora

 

No lo que nos sucede sino lo que hacemos con lo que nos sucede es lo importante.

Somos el fruto de nuestras obras. Eso el estúpido no lo entiende.

El incompetente --forzosamente-- es inmoral.

Frente a los vanidosos y soberbios es preferible no serlo. Mejor darles una escalera para subir al tejado y después retirar la escalera. No subas al tejado con ellos. Podríais caer juntos y mataros.

A veces, para salvar algo hay que, antes, empeorarlo un poquito más.

La lógica formal llevada hasta el final produce paradojas insalvables. Como todo, cuando se lleva hasta sus últimas consecuencias.

Es preferible creer algo indemostrable pero sugerente que creer algo muy probablemente cierto, aunque no del todo seguro, pero plano, aburrido y vulgar.

Eso de que un político con carisma tiene que, algunas veces, ensuciarse las manos es como decir que el fin, a veces, justifica los medios. Es estupidez a la segunda potencia.

No creo que, en general, lo mismo que ha provocado el mal, lo cure. ¿Similia similibus curantur?

El que no sabe nada suele dedicarse a la enseñanza. Y quien ni sabe ni enseña (el estúpido), a la crítica. El que sabe que no sabe y por qué no sabe, en cambio, actúa en el silencio de los templos y de las almas enamoradas.

No es buena idea matar a la serpiente con su mismo veneno: la estupidez no se corrige con estupidez.

Tanto el éxito como el fracaso son muy peligrosos. Sobre todo, si son inmerecidos. Si son merecidos son una fuente de aprendizaje.

Busca lo escondido. Está muy cerca.

 

 

 

 

miércoles, 17 de enero de 2024

Especulación apocalíptica

Hay un creencia secreta, no abiertamente manifestada, que mantiene que después de las salvajadas y monstruosidades perpetradas (sobre Europa) por dos monstruos demoníacos tiene que surgir (o falta, para completar el castigo) un tercero.

Napoleón: 1759---1821 (52 años)

Hitler: 1889---1945 (56 años)

XXX: 2009---2069 (60 años)

Según esta especulación, el monstruo tercero por venir ya está entre nosotros. Sólo se sabe que tiene ahora 15 años, pero no se sabe de dónde es.

lunes, 8 de enero de 2024

No hay pruebas --ni las habrá-- de que no estamos solos en el universo

 

La "paradoja de Fermi" se refiere, por una parte, a la creencia de que la vida tecnológica avanzada debería ser común en el Universo (impulsada recientemente por el descubrimiento de que otros sistemas planetarios son comunes) y, por otra parte, a la ausencia de cualquier prueba de ello. Aquí revisamos brevemente los intentos de solución a la paradoja y concluimos que (1) las civilizaciones tecnológicas extraterrestres son extremadamente raras (o están ausentes) en la Galaxia o (2) existen, pero se esconden deliberadamente de nosotros, o sea, la llamada hipótesis del zoológico. En este sentido, proponemos que la respuesta a la paradoja de Fermi es "la hipótesis del zoológico o nada". Sostenemos que, si continúa la exploración del Universo, la humanidad podría ser capaz de distinguir entre estas dos alternativas dentro del próximo medio siglo. (Crawford, I. A, Schulze-Makuch, D. ¿La aparente ausencia de civilizaciones tecnológicas extraterrestres se debe a la hipótesis del zoológico o a nada? Nat Astron, 2023.)

Esta búsqueda es absurda. Es pura ciencia ficción académica. Somos los únicos y es obvio por qué. Pero es inútil insistir en ello. No hay mayor ignorante que el que cree que no lo es. Como esta corte de sedicentes investigadores que no dicen más que estupideces.

domingo, 7 de enero de 2024

El secreto mejor guardado es el que se publica

 

Lo que está ocurriendo es de tal magnitud, es tan increíble, que no se puede ni se debe decir directamente. Hay que explicarlo por medio de enigmas, de modo que, si estas entradas las lee, por accidente, alguien que no debe no pueda entenderlas.

Dirás, pues entonces, es mejor no escribir nada.

No.

Es mejor, paradójicamente, escribir para que leyéndolo el vulgo no lo pueda entender. No se debe escribir, pues, para personas incultas. Para la masa embrutecida.

Como avisa Platón, procura no tener que arrepentirte algún día por haber dejado divulgarse algo de forma indebida.

Esa era la razón por la que Platón no escribió nunca acerca de temas secretos. Y por eso en la Carta II le dice a su interlocutor: hazme caso, tan pronto como hayas leído y releído esta carta, quémala.