La muerte de la madre

21 de octubre

¡No sois vosotras, dulces, bellas ramas,
al viento último; es mi alma!

De La realidad invisible.

Madre

¡Si pudiera llevarte
yo a la nada, en mis brazos, de tu vida,
como tú me llevabas, cuando niño,
de tu pecho a la cuna!

Madre

¿Todo acabado, todo,
el mirar, la sonrisa;
todo, hasta lo más leve
de lo más grande?
¡No, yo sé, madre mía,
que tú, nada inmortal, un día eterno,
seguirás, sonriéndome, mirándome
a mí, nada infinita!

En ninguna parte ya

En ninguna parte ya
vendrás a vivir conmigo,
a decirme mansa y dulce:
"¡Qué bueno está todo, hijo!"
¡En ninguna parte ya!
¿Y yo te dejo y te olvido
y tú te vas escondiendo
y apenas me dices: hijo?
¿Este no vernos será
un no vernos decisivo?
¿En ninguna parte ya
me reirás triste: hijo?

De Ellos.

Gabriela en La Habana 1986

Un sueño me ha traído a un misterio ardiendo
He visto la agonía de un pueblo amordazado
He oído por el aire volando mil canciones
Me he asomado a tu mar plagado de rocío.

Mil silencios de luna han poblado mis ojos
Caballos desbocados galopan por mi sueño
Has dejado sedientos los cuerpos anhelantes
Marcados sus destinos por tu misterio Habana.

Un niño me ha mostrado la vida en una piedra
El tiempo no es la suma de instantes deseados
La vida es el resumen de encuentros no pensados
Un sueño me ha traído a tu misterio Habana.

He llorado tu ausencia en un tarde inmensa
La mujer que me abrió las puertas de tu alma
Ha dejado en mi vida flotando tu armonía
Me he alejado de ti soñando tu secreto.

Toma de mi la mano, tomo de ti la vida
Buscando lo perdido lo he hallado eterno en mí
Entiendo que la vida es un destino oculto
Sin antes desearlo no quieras descubrirlo.

Un niño me ha ofrecido la vida en una piedra
El tiempo no es la suma de instantes deseados
La vida es el resumen de encuentros no pensados
Un sueño me ha traído a tu misterio Habana.

D-G-A-Bm-F#m