El Señor cortará cabeza y cola,
palma y junco en un solo día.
(El anciano y el noble son la cabeza;
el profeta, maestro de mentiras, es la cola.)
Los que guían al pueblo lo extravían,
y los guiados perecen.
Por eso el Señor no se apiada de los jóvenes,
no se compadece de huérfanos y viudas ;
porque todos son impíos y malvados,
y toda boca profiere infamias.
Y, con todo, no se aplaca su ira,
sigue extendida su mano.
Traducción: L.A. Schökel y J. Mateos
02022020
20022020
No hay comentarios:
Publicar un comentario