viernes, 10 de diciembre de 2021

Una médica que razona de un modo científico

Ana María Valero ha expuesto de un modo riguroso lo que pensamos muchos doctores que todavía conservamos la capacidad de razonar de un modo hipotético deductivo. Y nuestra epistemología la dictan gentes como Popper, Lakatos o Kuhn (entre otros) y no la cuenta de resultados de Pfizer o Moderna.

Los sanitarios como grandes y principales obligaciones tenemos las de estar bien formados, atender a nuestros pacientes de la forma mas honrada posible y ante todo, no dañarles conscientemente.

Creo saber ser sensata con todos mis pacientes, siempre; pero no considero mi deber moral vacunarme de la Covid.

Desde que me infecté de la Covid en el cumplimiento de mis obligaciones asistenciales en el Hospital donde trabajo allá por abril del 2020, reviso mi analítica de forma periódica y a día de hoy conservo mis Ac IgG contra el Coronavirus, tanto los totales como los Ac IgG contra el dominio RBD de la subunidad S1 de la proteína spike a altos niveles. Este estudio debería haberse hecho a TODOS los sanitarios, como deber moral de la Administración, que nos tuvo día y noche, con turnos extenuantes, con mascarillas fake y sin medidas de protección, en vez de limitarse a indicar una vacunación masiva e indiscriminada, sin contemplar la posibilidad de una inmunidad natural que ya nos protege, vacunación indiscriminada en la que los riesgos, en muchos casos, pueden superar a los beneficios y cuyos efectos secundarios, que como médica asistencial conozco, porque los veo, nadie va a asumir.

Mas allá de eso, sabemos que los vacunados pueden transmitir el coronavirus (ese es el motivo y no otro por el que los pacientes que van a intervenirse quirúrgicamente se les obliga a una PCR negativa previa, ya sean vacunados o no vacunados) y no logro entender qué beneficio es para los pacientes que su médico se vacune con una vacuna que no les asegura que no les contagie. Y más si es uno que está inmunizado de forma natural, que además, y no es baladí, es la única inmunidad que te puede hacer no contagiante.

La obligación de vacunación para un sanitario con una vacuna que no impide la transmisión, único mecanismo real de protección para el paciente, es una cosa incomprensible para mi y como científica, me gusta comprender lo que hago y el motivo y finalidad con que lo hago.

Lamentablemente, no encuentro una explicación científica a mi deber moral de vacunarme, que es la única explicación que podría valer a mis pacientes, ya que no soy un peligro para nadie, ni siquiera para mi misma. Lo cual no impide que me de cuenta perfectamente de adónde va todo esto y de que terminaremos con una obligatoriedad para la vacunación, primero entre el personal sanitario y, si cuela, como decía aquel consejero de salud de Andalucía refiriéndose al pasaporte Covid, a toda la población.

Dicho esto, como médico, como ciudadana, y como político, en ningún caso voy a ser partidaria de ninguna obligatoriedad de la vacuna Covid, ni a sanitarios, ni a no sanitarios ni a la población general. Cuando llegue ese momento en que la obligación sea POR LEY, será evidentemente mi problema y mis circunstancias. Y entonces, decidiré que hacer. Mientras tanto ningún deber que se tilde de moral me hará tomar una decisión con la que ni moral, ni científica ni razonable ni legalmente puedo estar de acuerdo.

Algunos están destinados a razonar erróneamente; otros a no razonar en absoluto, y otros a perseguir a los que razonan.

Molière

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