España -aparentemente- es una Democracia. No es una (verdadera) Monarquía ni tampoco una Aristocracia. El soberano -aparentemente- pues, sería una asamblea democrática. (Sigo a Schmitt en su teoría de que soberano es quien decide sobre el estado de excepción.) Sin embargo, esta "apariencia" formal no me parece capaz de explicar la situación política española.
Eso me lleva a pensar que en España el soberano está en la sombra y no se muestra públicamente.
Por tanto, el soberano en España sería una aristocracia, por lo que podemos decir que es un régimen aristocrático degradado o degenerado en mera oligarquía. En realidad, un régimen oligárquico. Esta oligarquía ha decidido y decide sobre todos los asuntos centrales o capitales y decisivos (en términos de filosofía de la ciencia diríamos que decide sobre el cinturón fuerte de ideas.) No, por supuesto, de los asuntos medianos o menores (el cinturón débil).
Conjeturo que se han organizado en una especie de sanedrín de 70 oligarcas, que se reúnen con regularidad tasada y que deciden --por mayoría-- los asuntos capitales: económicos, culturales, geoestratégicos...y, por supuesto, la representación, en el sentido teatral, política.
Es decir, que escriben el guion y los "políticos" lo representan.
Este sanedrín marca el terreno de juego del debate político y controla la agenda política. Hay cosas que los actores pueden decidir siempre y cuando los actores no se salgan del cuadrilátero que se les ha marcado. Y hay otras que -directamente- están prohibidas.
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