martes, 30 de enero de 2024

La estupidez es ignorancia que se ignora

 

No lo que nos sucede sino lo que hacemos con lo que nos sucede es lo importante.

Somos el fruto de nuestras obras. Eso el estúpido no lo entiende.

El incompetente --forzosamente-- es inmoral.

Frente a los vanidosos y soberbios es preferible no serlo. Mejor darles una escalera para subir al tejado y después retirar la escalera. No subas al tejado con ellos. Podríais caer juntos y mataros.

A veces, para salvar algo hay que, antes, empeorarlo un poquito más.

La lógica formal llevada hasta el final produce paradojas insalvables. Como todo, cuando se lleva hasta sus últimas consecuencias.

Es preferible creer algo indemostrable pero sugerente que creer algo muy probablemente cierto, aunque no del todo seguro, pero plano, aburrido y vulgar.

Eso de que un político con carisma tiene que, algunas veces, ensuciarse las manos es como decir que el fin, a veces, justifica los medios. Es estupidez a la segunda potencia.

No creo que, en general, lo mismo que ha provocado el mal, lo cure. ¿Similia similibus curantur?

El que no sabe nada suele dedicarse a la enseñanza. Y quien ni sabe ni enseña (el estúpido), a la crítica. El que sabe que no sabe y por qué no sabe, en cambio, actúa en el silencio de los templos y de las almas enamoradas.

No es buena idea matar a la serpiente con su mismo veneno: la estupidez no se corrige con estupidez.

Tanto el éxito como el fracaso son muy peligrosos. Sobre todo, si son inmerecidos. Si son merecidos son una fuente de aprendizaje.

Busca lo escondido. Está muy cerca.

 

 

 

 

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