martes, 27 de agosto de 2024

Las cosas de Guido Ceronetti (1927-2018)

Hay que huir a toda costa de cualquier mujer que se niegue a creer en la magia.

En una iglesia vacía, si hay un viejo hay alguien y Dios no está solo. Un viejo que no reza es un puro y simple desecho mudo.

Si con Dios no se lucha, Dios está muerto.

La Historia está en poder del mal, del poder de las tinieblas. El Mal se ha convertido en una realidad determinanate (Jung).

Mussolini, Hitler, Lenin, Stalin y Mao: mentes estrechas y perversas.

Las apariciones de Lourdes son muy creíbles, pero lo que se apareció es la Unidad primordial. El atman-brahmán. Bernadette, ser maravilloso, portador de verdad, es el último ser en Occidente en poseer el secreto del Nombre. Sobrevivió algunos años en este mundo de ciegos. Pero el recuerdo de la Unidad permanecerá, imborrable, fiel a ella.

Quien acumula amor, acumula dolor (Catalina de Siena).

La paz reducida a ideología es una depravación moral, masoquismo infecto, una ruin impostura.

Sin los muertos de la Primera Guerra Mundial, Hitler nunca habría existido (Canetti).

Recibir un saludo de alguien que se queda sentado es una ofensa. Pero saludar permanenciendo sentado es todavía peor. Es hermoso levantarse para saludar a un niño, a un pobre, a un perro. Viejos que a duras penas pueden levantarse para saludar, irradian en ese momento verdadera luz. Saludar estando sentado es un desprecio y los niños cada vez se parecen más a unos brutos y las niñas a unas arrabaleras.

En las democracias no se ahorran esfuerzos para salvar a los terroristas, propios o ajenos. Pero quien salva a un lobo mata a las ovejas (Victor Hugo). Los papas bendicen lo mismo a lobos y ovejas, a degolladores y degollados. Si vence el crimen, y la víctima yace muerta a sus pies, el papa se alegra de que haya paz.

Y mi bonanza el quebranto y mis tesoros en pobreza (Teresa de Cepeda y Ahumada).

Máxima teresiana para vivir bien: mal dormir, todo trabajo, todo cruz. Enseguida se siente uno mejor.

La pronunciación es cosa de los labios, el sonido de todo el cuerpo. Lenguas rebosantes de sonido (el griego, el árabe, el alemán, el castellano) permanecen ocultas.

Si se sabe vivir como vencidos, se lo es un poco menos.

Los demonios han comprendido que esta civilización es un inmenso proliferar de ruinas. Los encontramos por todas partes.

No nos faltan ni análisis ni diagnósticos. Lo inencontrable es la cura.

El latín no estaba muerto. Lo hemos enterrado y olvidado.

En Atenas, la música era indispensable para gobernar.

Cuanto más nos ceban, más nos chupan la sangre. En la China, en cambio, no hay que cebar, basta con chupar la sangre.

Mis miedos acerca de los males físicos tienen que ver con los médicos y sus cuidados, no con la enfermedad.

En el humanismo integral vigente (clerical, militar, ecologista y profiláctico) no tiene cabida todo aquel que no haya nacido para llevar a cabo o tolerar cualquier crimen.

Pero como Antígona: No nací para las maquinaciones del odio, sino para los vínculos del amor.

Y el amor vencerá.


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