La teoría de la evolución de las especies mediante selección natural (TESN) -si es correcta- tiene que aplicarse desde el principio de la vida hasta el final de la cadena vital.
Y pretende ser una teoría científica.
Por tanto, la evolución por selección
natural -si la teoría es adecuada- ha tenido que dar origen también al hombre
(HSS).
El HSS ha sido dotado, entonces,
por la evolución de una capacidad teórica que le permite concebir teorías explicativas
de los distintos aspectos de la naturaleza.
En particular, le permite concebir
y explicar cómo él mismo ha surgido -como una especie más- a lo largo del curso
evolutivo.
Y ese papel, precisamente, lo cumple
la TESN.
Por lo tanto, la TESN explicaría (causaría)
a la propia TESN. Es una teoría autorrefleja, pues. Se autoexplica. Se autocontiene.
Pero sabemos que ninguna teoría
científica puede explicarse a sí misma.
Eso hace que la llamada TESN nunca
pueda ser una teoría científica.
Es un esquema explicativo, una
creencia, una fe, un sustituto de la explicación mítica o religiosa pero no
puede ser una teoría científica. Es una ilusión.
Desde el punto de vista científico
decimos que es un sinsentido. Ni es falsa ni es verdadera.
Es una pura peticion de principio. Solo se puede demostrar verdadera si se parte de ella misma.
Entraña una paradoja insalvable.
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