viernes, 4 de febrero de 2011

Teresa, Alain Cavalier

Depuración formal: eliminación de todo lo superfluo.
Expresar la santidad mediante una belleza despojada. No hay esteticismo.
Luz, sombras, color, texturas, composición, movimiento, símbolos, sonidos, rostros. Fundidos. Una sucesión de cientos de planos. Veracidad. No se dulcifica nada.
Cine: pintura en movimiento.
Cantar de los Cantares.
Noche oscura. Abandono.
Expresar el vacío, la nada, la noche, el abandono... sólo puede hacerse recurriendo a un vaciamiento de todo lo suprefluo. Belleza formal sin sobrecarga. Perfección formal suma.
(Difícil encontrar un precedente. Y un consecuente.)
Quien se entrega al Amor Pleno sólo encontrará la Noche, el abandono de lo absolutamente Otro.
El cristianismo como ateismo radical. Dios desaparece: Elí, Elí, lema sebacthani. El sepulcro vacío.
El cristianismo como última morada de los ateos. A Dios nadie lo ha visto jamás.
Sólo un cineasta ateo podía llegar a esta plenitud descarnada. A esta comprensión material del alma de una mujer enamorada.
A partir de la pura y corporal inmanenciase vislumbra algo que va más allá. Que empuja, que quema, que trastorna. Hasta enloquecer de amor por más amor.
Contradicción. Paradoja. Cruz.
Amor crucificado que resucita.

Tradución no literal del texto más amplio de Antoine de la Croix sobre Therese (1986)

No hay comentarios: