martes, 30 de julio de 2013

Una historia increible

Soy un médico oftalmólogo desde hace mucho tiempo. El otro día tuve que revisar el caso de una mujer de 92 años que ya había visto hacía un año. Tenía cataratas muy semejantes y muy formadas en ambos ojos. Le había puesto un tratamiento por una tensión ocular muy elevada. Parecía que los dos colirios habían hecho efecto. La tensión estaba controlada. Pero había que decidir, ahora,  si se le operaba de las cataratas. Vi el nervio óptico totalmente atrofiado. Lo desaconsejé. Sin embargo ocurría algo extraño: ¿cómo era posible que viera perfectamente todas las filas de letras cuando mi ayudante -médico en formación en su segundo año- le evaluó la visión. Tan sólo hacía cuatro meses no veía más que el movimiento de las manos con el ojo izquierdo y la mitad de las filas con el derecho. Me aseguré. Yo mismo le tomé la visión. Efectivamente veía. Ella no parecía extrañarse de esa imposibilidad científica o técnica.
¿Efecto placebo?
Cómo iba a extrañarse de que unas gotas utilizadas para rebajar la tensión, pudieran servir para otra cosa distinta, alguien que decía hablar todas las noches con su madre, fallecida cuando ella tan sólo tenía 5 años. Lo que ella llamaba curarse de los ojos, así, en general, mediante unas simples gotas, era menos inverosímil. Intenté saber más acerca de ella y de su vida. Todo en esa vida era milagro cotidiano. Todo sucedía según las leyes que rigen el vuelo de los ángeles. Encuentros fortuitos salvadores. Bombas que no estallan. Hijos perdidos y hallados. Aguas que no conocen la putrefacción. Sueños premonitorios. Pero lo que para una mente deformada como la mía es milagro no lo es para la suya. Lo natural, en ella, es lo imposible. Vive en lo real imposible.
Mi problema ahora era muy sencillo de formular pero muy difícil de resolver. ¿Le decía que siguiera con los colirios o se los retiraba? A ver si adivináis qué hice.

A.C. Íñigo

1 comentario:

mara dijo...

No sé lo que hizo el médico... Si fuera yo, y pragmáticamente pensando y actuando, observando el llamativo progreso, la dejaría continuar de la misma manera mientras que siguiera bien (pues no se conocen suficientemente las variables intervinientes y sus efectos en el proceso).