martes, 1 de mayo de 2018

La hora del reaccionario

Los reaccionarios les procuramos a los bobos el placer de sentirse atrevidos pensadores de vanguardia.

El talante político trasciende las categorías sociales: hay reaccionarios en harapos e izquierdistas coronados.

Lo que hay de reaccionario en el Essay on Liberty de Mill es lo que le impide marchitarse.

El reaccionario no es un pensador excéntrico, sino un pensador insobornable.

La raíz del pensamiento reaccionario no es la desconfianza en la razón, sino la desconfianza en la voluntad.

No calumniar el poder, pero desconfiar de él profundamente, es lo característico del reaccionario.

La objeción del reaccionario no se discute, se desdeña.

A la tentación de estar de moda sólo escapa el reaccionario.

Esencialmente, la democracia es relativismo axiológico; la reacción, objetivismo axiológico.

El ideal reaccionario no es una sociedad paradisíaca. Es una sociedad semejante a la (...) que existió (...) antes de la catástrofe demográfica, industrial y democrática.

El reaccionario no es consejero de lo posible, sino confesor de lo necesario,

Ser reaccionario es haber comprendido que a una verdad no se debe renunciar simplemente porque no tiene posibilidades de triunfar.

Ser reaccionario es haber comprendido que no se puede demostrar, ni convencer, sino invitar.

Nicolás Gómez Dávila: Sucesivos escolios a un texto implícito.



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