Entre 2013 y 2018, 316 mujeres fueron asesinadas por 316 asesinos con los que tenían --o habían tenido-- algún tipo de relación personal.
De esos 316 asesinos, 103 (32.6%) son extranjeros, o sea, no son españoles.
Puesto que entre los años 2013 y 2018 la población extranjera en España ha rondado el 10%, se aprecia, claramente, que este tipo de delito es muy sensible, o tiene una relación --estadísticamente significativa-- con la inmigración.
lunes, 31 de diciembre de 2018
viernes, 14 de diciembre de 2018
¡Xammar y Pla entrevistaron a Hitler en 1923!
-
¿Españoles, eh? Dos españoles. – Vamos juntos Josep Pla y yo –. Muy bien, muy bien. Dos españoles…
Nosotros le dejamos
hablar.
-
Los españoles en Baviera tienen todas las puertas abiertas. Son los únicos
extranjeros que pueden decirlo. Por los demás extranjeros profesamos muy poca
simpatía. No los necesitamos ni los queremos, y en Múnich, gracias a Dios, se
puede decir que ya no quedan. La mayor parte de los extranjeros que van por el
mundo son judíos: ¿comprende? No hay que fiarse. Italianos, ingleses, rumanos,
holandeses…, cada cual con su pasaporte. ¡Permítame que me ría! Todos judíos.
Hace unos cuantos meses, pasearse por las calles de Múnich con cara de
extranjero era peligroso, se lo confieso. La juventud estaba muy excitada y los
garrotazos eran frecuentes. Usted mismo, con la nariz que tiene, no se habría
escapado. De todos modos, declarando que
era español, después del primer trompazo, nadie le hubiera propinado el
segundo.
Hitler se ríe, y yo
también, pero no tan a gusto como él.
-
Era necesario, imprescindible – sigue diciendo, sin para un segundo -, y
todavía no hemos llegado a donde nos dirigimos. Ahora bien, ¿acaso vamos a
llegar? Puede contar con ello. La cuestión judía es un cáncer que roe el
organismo nacional germánico. Un cáncer político y social. Afortunadamente, los
canceres políticos y sociales no son una enfermedad incurable. Tenemos la
extirpación. Si queremos que Alemania viva, debemos eliminar a los judíos…
- ¿A garrotazos?
-
Ojala, si no hubiera tantos. El pogromo (asalto a las juderías con matanza de
sus habitantes) es una gran cosa, pero hoy por hoy ha perdido buena parte de su
eficacia medieval. En la Edad Media no había problemas nacionales judíos. Solo
había una serie de problemas locales o municipales, y el pogromo era un método
adecuado y suficiente para resolverlos. Pero ahora las cosas han cambiado. ¿Qué
ganaríamos con a apalear a la población judía de Múnich si en el resto de
Alemania los judíos continuaran siendo, como ahora, los dueños del dinero y de
la política? En toda Alemania hay más de un millón de judíos. ¿Qué quiere
hacer? ¿Los quiere matar a todos en una noche? Sería la gran solución,
evidentemente, y si eso pudiera ocurrir la salvación de Alemania estaría
asegurada. Pero no es posible. Lo he estudiado de todas las maneras y no es
posible. El mundo se nos echaría encima, en lugar de darnos las gracias, que es
lo que debería hacer. El mundo no ha
comprendido la importancia de la cuestión judía por la sencillísima razón de
que el mundo está dominado por los judíos. ¿Lo va viendo claro, ahora? La
cuestión judía es una cadena. Alemania, sino quiere morir, debe romper esta
cadena. ¿Cómo? ¿De qué modo? Ya hemos visto que el pogromo no era posible. No
queda sino la expulsión: la expulsión en masa. Con la expulsión de los judíos
hace más de cuatro siglos, España…
- ¿Cree usted que hizo
un bien negocio?
-
Le agradecería que me dejara hablar. España hizo un negocio desastroso. Pero
¿por qué? ¿Me quiere decir por qué? Los Reyes Católicos, permítame que se lo diga,
no comprendieron el problema judío. Creyeron que era un problema religioso y
dieron a los judíos el derecho de permanecer en España si se convertían al catolicismo. Se convirtieron
más de la mitad. ¿Lo entiende? ¡Más de la mitad! Naturalmente.
-
El problema judío, entérese de una vez por todas, no es religioso. Es un
problema de raza. El modo de resolverlo es la expulsión. Pero la expulsión
rigurosa de todos cuantos sean de raza judía, tanto los practicantes como los indiferentes y conversos. En Baviera
las expulsiones de judíos ya han empezado, pero con timidez. Von Kahr expulsa,
poco a poco, a todos los judíos que no son ciudadanos bávaros. Es muy poca
cosa, pero hay que reconocer que no puede hacer más. Von Kahr tiene las manos
atadas.
- ¿Por quién, si se
puede saber?
-
Se va a quedar de piedra, el defensor principal de los judíos en Baviera es el
arzobispo de Múnich, el cardenal Faulhaber. Un gran hombre, sabio, virtuoso,
nacionalista y monárquico. Pero cardenal: ¿comprende? Cardenal y arzobispo, y
por tanto obligado a ejecutar las órdenes del Vaticano, es decir de los judíos.
El Vaticano es el centro de las intrigas internacionales judías contra la
liberación de la raza germánica. A nosotros esto nos consta positivamente, y, si le pudiera
explicar todo lo que sé, vería visiones.
martes, 11 de diciembre de 2018
Paradojas reaccionarias
No hay nadie --ni grande ni pequeño-- que no haya dicho con vehemencia --en algún momento-- lo contrario de lo que en otro momento afirma, con la misma vehemencia.
Desde hace algunos siglos los pensadores más influyentes se dividen entre: (1) los que creen que en el Paraíso Terrenal Dios dijo la verdad y la serpiente mintió; y (2) los que creen que la Serpiente fue la que dijo la verdad.
Descartes se dio cuenta, y así se lo confesó por carta a un amigo, que si la tierra estuviera fija todos su sistema filosófico se vendría abajo. Esto, ahora, es verdad --también-- de todos los sistemas filosóficos subsiguientes.
La civilización actual se sustenta en un conjunto de afirmaciones tan dependientes unas de otras, que con que solo una se verifique falsa, todo el edificio se viene abajo. Sansón a la espera....
Desde Lutero ha emergido un nuevo tipo de personalidad que es capaz de conjugar --a la vez-- lo más grandioso y lo más abyecto. Y esto no tiene pinta de cambiar: cada vez se da más este tipo de seres.
Marx en su primer ensayo conocido se manifiesta como un fervoroso cristiano. (Esto no le asombra a nadie, pero a mi muchísimo. Porque no fue una persona común.) ¿Quién no te dice a ti, que en los momentos finales de su trabajada vida intelectual (horas, días, semanas, meses) no volviera a lo mismo? Imaginemos que apareciera un manuscrito --que lógicamente-- Engels habría tenido buen cuidado en ocultar, y, ese manuscrito, conectara con su inicial inspiración o misticismo cristiano. ¿Qué? ¿Todo seguiría igual? Imposible.
Si Jesucristo no ha resucitado, vana es nuestra fe. Pero si sí ha resucitado, entonces, vanas serían todas las filosofías.
Solo nos va quedando la paradoja.
Desde hace algunos siglos los pensadores más influyentes se dividen entre: (1) los que creen que en el Paraíso Terrenal Dios dijo la verdad y la serpiente mintió; y (2) los que creen que la Serpiente fue la que dijo la verdad.
Descartes se dio cuenta, y así se lo confesó por carta a un amigo, que si la tierra estuviera fija todos su sistema filosófico se vendría abajo. Esto, ahora, es verdad --también-- de todos los sistemas filosóficos subsiguientes.
La civilización actual se sustenta en un conjunto de afirmaciones tan dependientes unas de otras, que con que solo una se verifique falsa, todo el edificio se viene abajo. Sansón a la espera....
Desde Lutero ha emergido un nuevo tipo de personalidad que es capaz de conjugar --a la vez-- lo más grandioso y lo más abyecto. Y esto no tiene pinta de cambiar: cada vez se da más este tipo de seres.
Marx en su primer ensayo conocido se manifiesta como un fervoroso cristiano. (Esto no le asombra a nadie, pero a mi muchísimo. Porque no fue una persona común.) ¿Quién no te dice a ti, que en los momentos finales de su trabajada vida intelectual (horas, días, semanas, meses) no volviera a lo mismo? Imaginemos que apareciera un manuscrito --que lógicamente-- Engels habría tenido buen cuidado en ocultar, y, ese manuscrito, conectara con su inicial inspiración o misticismo cristiano. ¿Qué? ¿Todo seguiría igual? Imposible.
Si Jesucristo no ha resucitado, vana es nuestra fe. Pero si sí ha resucitado, entonces, vanas serían todas las filosofías.
Solo nos va quedando la paradoja.
miércoles, 5 de diciembre de 2018
Andalucía 2/12/2018. Lo que nadie quiere reconocer.
Lo que ha ocurrido en las elecciones andaluzas es muy sorprendente, rompe todos los esquemas, los prejuicios, los lugares comunes y el pensamiento débil.
La Izquierda ha perdido 679697 votos.
Esa pérdida se explica de la siguiente manera: 326053 vienen de la abstención. Pero, y ojo, que esto era impredecible a partir de las premisas "correctamente" vigentes: los otros 353711 votos perdidos han ido a Ciudadanos y a Vox.
Se pongan como se pongan: Ciudadanos es un partido de centro izquierda y Vox no es un partido de extrema derecha, ni populista, ni fascista. Es un partido patriótico español, fuertemente conservador y de inspiración católica.
Si la izquierda y todos los medios siguen ciegos y analizando mal la realidad, se encontrarán con un resultado aún más contundente --en su contra-- en las próximas elecciones. ¡Qué los dioses les sigan cegando!
La Izquierda ha perdido 679697 votos.
Esa pérdida se explica de la siguiente manera: 326053 vienen de la abstención. Pero, y ojo, que esto era impredecible a partir de las premisas "correctamente" vigentes: los otros 353711 votos perdidos han ido a Ciudadanos y a Vox.
Se pongan como se pongan: Ciudadanos es un partido de centro izquierda y Vox no es un partido de extrema derecha, ni populista, ni fascista. Es un partido patriótico español, fuertemente conservador y de inspiración católica.
Si la izquierda y todos los medios siguen ciegos y analizando mal la realidad, se encontrarán con un resultado aún más contundente --en su contra-- en las próximas elecciones. ¡Qué los dioses les sigan cegando!
lunes, 3 de diciembre de 2018
Carlos Marx y el evangelio de San Juan
Tan pronto como un hombre ha alcanzado esa virtud, esa unión
con Cristo, podrá esperar
tranquilo y sosegado
los golpes del destino,
podrá oponerse valerosamente a las asechanzas
de las pasiones, podrá soportar impertérrito la furia del mal, porque ¿quién podrá someterle? ¿Quién arrebatarle a su salvador?
Lo que implore
-de
eso está seguro- será concedido, porque
ruega únicamente en unión con Cristo,
esto es, algo puramente
divino. ¿Y a quién no levantará
el ánimo y consolará esa seguridad que anuncia el
mismo salvador (Juan 15,7)?
¿Quién no soportará de buen grado el sufrimiento si sabe que gracias a la perseverancia en Cristo y a través de sus obras es venerado el
mismo Dios y que su propia perfección ensalza al Señor de la creación
(Juan 15,8)?
Por consiguiente, la unión con Cristo nos otorga elevación interior,
consuelo en el dolor, sosiego
y un corazón que se abre a todo lo humano, a todo
lo noble,
a todo lo grande, y esto no por orgullo,
ni por vanagloria, sino solo por Cristo. La unión con Cristo
nos da, en efecto, un
gozo que en vano intentan atrapar el epicúreo en su frívola
filosofía y el pensador más profundo en lo más recóndito del saber,
y que solo conoce el alma ingenua
y tierna unida a Cristo y, por él, a Dios. Es la alegría que ensalza
y hace más bella la existencia (Juan 15,11).
Fragmento tomado del ensayo de Carlos Marx: LA NECESIDAD DE LA UNIÓN CON CRISTO. La unión de los creyentes con
Cristo según Juan 15,1-14, presentada en su fundamento y esencia, en su
necesidad incondicional y en sus efectos.
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