En el extrordinario ensayo de Walter Otto, Dionysos (1933), traducción al español de Cristina García Ohlrich, se presenta con una profundidad no superada los rasgos claves y fundamentales de este dios, no siempre comprendidos adecuadamente. A partir de este ensayo voy a tratar de reflejar los rasgos dionisíacos de JC. (Aclaro que Otto no habla de ello para nada.)
Hijo de Dios y de una mortal, devenida inmortal por su causa
Desciende de los dos mundos
Dios convertido en hombre
Es el que llega
Llega en invierno
Dios sufriente y moribundo: el que desaparece y retorna, el que muere y renace
Rodeado de mujeres
Amor preferente por los niños
Importancia de la vid, del vino en el prodigio inicial de las bodas en las que trasmuta el agua de la vida en el vino del gozo
La importancia del burro como montura del dios cuando es aclamado y reconocido como el esperado
Procede del agua del espíritu y regresa al agua del espíritu
De su costado manó el agua salvadora
Su presencia y su ausencia son absolutas
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