jueves, 20 de enero de 2011

Todas las canciones hablan de mi... o de ti

Jonás Trueba.
Película poética, nocturna pero luminosa, algo meláncólica.
Muy apropiada para psicoanalistas. Hay muchos actos fallidos y lapsus.
Contra la ideología del desamor.
Búsqueda de una identidad propia. Lucha contra padre y tío. Madre y abuela latentes, no visibles.
Exceso de donjuanismo.
Pero búsqueda sincera del amor, no de una pareja y menos de una pareja convencional (matrimonio). Mundo espiritual muy rico y profundo pero reprimido y negado. La Biblia es un libro importante pero es mejor que las casas tapen la Catedral.
Localizaciones y lugares preciosos. Se guarda la lógica "geográfica". El espectador puede reconocerlos si quiere.
Dificultad para trascender el yo, el propio punto de vista, la propia prespectiva. Pero deseo sincero de dirigirse al tu.
Citas poéticas elegidas con mucho gusto.
Hay tesoros escondidos en esta primera obra.
Hay mucho amor.
Mucho Cantar de los Cantares replegado a la espera de su despliegue definitivo.
Si Jonás logra zafarse de la alargada sombra paternomasculina (convencional y limitadora) y deja emerger la luz del eterno femenino hará obras de arte, llenas de poesía.
Sólo por el monólogo -diálogo- final merece la pena verla.

Antonio Corral

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