El poder en España, el soberano --no el gobierno-- que sustituyó a Franco lo compone un triángulo de muerte y sumisión:
El imperio angloamericano
El estado alemán, sometido a su vez, al primero y
El Vaticano o la Santa Sede, cuyo cualquier parecido con el cristianismo es mera coincidencia.
Los tres son un pura pestilencia pero han castrado a España, parece, de un modo definitivo.
El soberano tiene como instrumento para imponernos el sometimiento ideológico, económico y militar al psoe-políticomilitar.
La corona, la conferencia episcopal, las FFAA y las corporaciones financieras están sometidas o de buen grado o por intereses o por conveniencia o por cobardía o por que así lo decidieron a la muerte de Franco.
Todo lo que cuentan los medios es mentira.
La única salvación sería que unos cuantos millones de españoles supieran esto. Y decidieran pasar a la acción.
Ay del pueblo si quisiera darse nuevo capitán.
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