Asistimos a la multiplicación de
los solitarios.
La inmadurez es la reunión de subjetivismo,
inexperiencia e indeterminación.
Deslízate, no te apoyes.
Un alma sin cuerpo es un cuerpo
sin alma.
No confundas sabiduría con
sagacidad.
Quien no sabe descansar en su
propia casa es alguien muy desgraciado.
Cuando no tengo nada que hacer
nunca me aburro.
La victoria, a veces, oculta la
derrota.
Cuanto más creas aproximarte al
poder de los dioses, más debes temerlos.
Mejor ser leído muchas veces por
uno solo que una vez por muchos.
No confundas la exactitud con la verdad.
Además de lo desconocido existe
lo incognoscible.
No es lo mismo una mente llena a
rebosar de conocimientos que una bien formada.
Lo que queda después de olvidarlo
todo eso es la verdadera cultura.
Todo lo exagerado acaba siendo
insignificante.
La credulidad es propia de los
que no tienen fe.
Cuantas más obligaciones más olvido
de lo esencial. Cada vez tenemos más recursos pero menos libertad.
Quien comprende actúa. Quien no
sabe enseña.
Toda ideología contiene una pizca
de verdad. Pero no la verdad.
La sabiduría de un cuerpo sano es
superior a todos los sistemas ideológicos.
En el punto medio entre, por una
parte: libertad, igualdad y fraternidad y, por otra: servicio, comunidad y jerarquía
estará la virtud futura.
Se miente con la boca. Nunca con
la expresión del rostro.
Nunca identifiques a una niña con
su rendimiento escolar.
De lo que se trata es de llegar a
ser uno mismo.
Mejor que ver la llama en los
ojos es ver la luz en la mirada.
Somos unos pocos los que sabemos
estas cosas. Y nos estamos muriendo.
Cada nueva conquista conlleva
nuevos problemas. Y así, eternamente.
No eres un alma. Ni eres un
cuerpo. Eres una persona única.
Profetas, filósofos y santos.
Esto es lo que necesitamos.
Primero se vive de ilusiones y
luego de prejuicios. Sin remedio.
Todo ha funcionado siempre muy
mal: por eso la sabiduría es también una meditación sobre los errores del
pasado.
Nada puede cambiar a mejor en un
ateo definitivo.
Mejor sería que los cambios sociales,
en lugar de ser pendulares, se atuvieran a la ley de la balanza.
Cuidado con las opiniones que se
refutan así mismas. Por ejemplo, no soy más que un animal. Para decir eso hay
que ser mucho más que un animal.
No todo lo que puedas te atrevas
a hacerlo. La naturaleza o Dios son implacables.
La naturaleza, oh maravilla,
ignora a los grandes hombres.
Nadie envidia a un genio no
reconocido socialmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario