De un modo muy sintético esto es lo que ocurre:
La Sinarquía se apoya para imponer el gobierno totalitario mundial en:
El gobierno corrupto de la UE y de los gobiernos sicarios de la mayoría de esta.
El estado profundo americano: partido republicano y partido demócrata.
El Vaticano. Desde la muerte de Pío XII.
Desde la caída de Stalin, en la nomenclatura soviética desde Kruchev hasta el mismo Gorvachov.
Pero sobre todo en los SS británicos. El estado profundo-histórico británico. Su creatividad maligna para la manipulación es antológica. Su maldad está acreditada desde hace muchos siglos. Es la mano que mece la cuna de todas las perversiones de la Sinarquía.
Pero no ha logrado la victoria por la resistencia que han ofrecido por orden de importancia:
Donald Trump que desbarató todos sus planes con respecto, al menos, a EEUU. Una primera vez de un modo muy débil (2017-2018-2019-2020) y ahora de un modo enérgico desde enero de 2025.
Putin que no ha consentido ni la desmembración de Rusia en mil pedazos ni la amenaza ucraniana en el 2022.
El ejército chino que ordenó al partido chino (bastante corrompido por la Sinarquía) a no imponer al pueblo chino ni la ideología de género ni el dominio del dólar en su economía. (O sea, hay una división interna.)
Netanyahu, que tiene su propia agenda con respecto a Israel. (Hay que pensar que el estado profundo israelí está dividido entre los partidarios de la Sinarquía y sus enemigos.)
¿Qué hace falta que ocurra para la derrota completa y total de la Sinarquía?
Trump tiene que nombrar un nuevo director de la Reserva Federal a mediados de 2026 que sea fiel a su mandato. Y, luego, ganar las elecciones de medio mandato a finales de 2026. Si eso ocurre el golpe contra el poder financiero sinárquico sería brutal. Gracias a Dios tiene mayoría (6/3) en el Tribunal Supremo. Este fue el gran logro de su primer mandato.
Rusia tiene que completar la derrota absoluta de Zelensky -que es el sicario de la Sinarquía- y el auténtico verdugo de su pueblo, inmolado este sin ninguna justificación.
El Vaticano tiene que desmarcarse de un modo irreversible de la demolición del catolicismo emprendida desde la muerte de Pío XII.
En Francia, Alemania y España tienen que acceder al gobierno políticos patriotas que acaben con la logia satánica de Bruselas.
(Si llegara a haber un gobierno británico amigo de DT la suerte para el poder oculto mundial estaría definitivamente echada.)
Luego, habrá que domesticar a China cuyo modelo de sociedad es el elegido por la Sinarquía.
Podría haber una vuelta al patrón oro.
También sería el final del endeudamiento enfermizo de todos los gobiernos occidentalistas lo que ha permitido el control absoluto de la Sinaquía del poder real.
Se abriría paso un nuevo renacer de la ciencia que volvería a ser libre.