viernes, 17 de febrero de 2012

Sobre los presentimientos... y Sartre

Platón escribió que si surgiera en el mundo un Justo perfecto, sería cruelmente muerto por sus semejantes... desemejantes; los Santos Padres vieron en esta líneas una "profecía natural" del destino de Cristo, hecha cinco siglos antes; mas Platón profetiza hacia atrás, no hace más que describir en abstracto la escandalosa ejecución de Sócrates, que había presenciado; y deducir con simple lógica que si uno mejor que su Maestro surgiera peor le iría entre los hombres. "El Justo será azotado, torturado, encadenado, le quemarán los ojos y finalmente después de haberlo torturado en toda clase de padecimientos, será empalado en una cruz para que conozcan que no hay que querer ser justo, sino parecer justo". (PLATON, Politeia, II, 361-e.) (L. Castellani)


La pregunta qué le ocurre al hombre justo y cuál es su destino, ocupó ya a Platón 400 años A.C. en un memorable presentimiento. El resultado de su reflexión es que el justo perfecto tiene que cargar con la apariencia de la injusticia, manteniéndose inalterado sin preocuparse de la opinión pública y permaneciendo hasta el extremo  fiel a la justicia. El verdadero justo será en este mundo un ser perseguido e ignorado. Ellos (los que alaban la injusticia por encima de la justicia) dicen que el justo animado de estos sentimientos debe ser encadenado, azotado, torturado, que le han de sacar los ojos y, finalmente, que será clavado en la cruz (Politeia II 361e, versión de Schleiermacher, retocada por Ratzinger)


Pese  a sus convicciones ateas... "No me siento como una mota de polvo que ha aparecido en el mundo, confesó a Beauvoir, sino como un ser esperado, prefigurado, llamado. En resumen, como un ser que podría, parece, provenir solo de un creador. Esto contradice muchas de mis otras ideas. Pero ahí está, flotando vagamente. Y cuando pienso en mí mismo, a menudo lo hago de este modo, por no ser capaz de pensar de manera distinta."

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