martes, 21 de mayo de 2013
He aquí algo nunca visto antes. Daniel y María gemelos recién nacidos fotografiados por el padre. Entrelazan los dedos de sus manos. Se agarran fuerte el uno a la otra. Aprietan. No quieren soltarse. Quieren vivir juntos. De dónde surge esa fuerza, esa conexión, esa intensidad. Conmueve. Interpela. Plantea preguntas. Rebaja seguridades. ¿Es un mero reflejo? No me lo parece. Es la vida. El milagro de la vida. De la fraternidad. De la sincronicidad. Es una imagen misteriosa. No casual. No azarosa. Es un mensaje. Todavía estamos a tiempo. Tenemos que cambiar todas nuestras opiniones, ideas, conceptos... acerca de la vida. Se quedan cortos, pequeños. Hay algo más que se nos escapa. Peor, que dejamos escapar. Cada día hay un milagro nuevo que no vemos. La comadrona sí lo vio. El padre lo supo apreciar. Y el médico que practicó la cesárea supo desde ese día que hay algo más que la técnica - y todo saber mecanicista, reduccionista y materialista con ella- ignora. Y eso que ignora es lo mejor. Lo que salva.
lunes, 6 de mayo de 2013
Derek Bickerton: Lenguaje y especies
En el año 1998 leí Lenguaje y especies (Language and species, 1990). El libro de Derek Bickerton me parecía tan interesante y estimulante que leí con sumo cuidado incluso las notas a cada uno de los capítulos. El libro tiene una orientación claramente naturalista y materialista. El capítulo 9: La naturaleza de la especie, contra todo pronóstico, tiene una extensa nota que termina de la siguiente forma: "Para un buen análisis del enfoque de los místicos a estas cuestiones, difícilmente puede mejorarse el del autor anónimo de The Cloud of Unknowing ("La Nube de lo Ignoto")" (según traducción de Miguel Ángel Valladares Álvarez para Alianza, 1994). Me extrañó sobremanera el giro de la nota y pensé que qué tendría que ver la mística con el origen del lenguaje y de la especie humana. En el año 1999 encontré una versión de la citada obra en español (La nube del no-saber, Anónimo inglés s XIV). Desde entonces no he dejado de releerlo. Tenía razón Bickerton, el análisis es inmejorable. Dice, por ejemplo: "Me expresaré más bien en paradojas. No trates de replegarte dentro de ti mismo, pues, para decirlo de un modo simple, no quiero que estés en ninguna parte; no, ni fuera, ni arriba, ni detrás o al lado de ti mismo. Procura entender esto claramente: tu actividad espiritual no está localizada en ningún lugar particular. Tus sentidos y facultades quedarán frustrados por falta de algo donde agarrarse y te increparán por no hacer nada. Pero no te preocupes. Sigue con esta nada, movido solamente por tu amor hacia Dios. No te inquietes si tus facultades no pueden captarla. En realidad, así debe ser, ya que esta nada es tan sutil que los sentidos no pueden alcanzarla. No puede explicarse, tan sólo experimentarse." (según traducción de Pedro R. Santidrián y revisión de Ana María Schlüter para San Pablo, 1995)
sábado, 4 de mayo de 2013
Mujeres geniales en tiempos de miseria
El genio femenino se ha mostrado de un modo deslumbrante justo en los momentos más tenebrosos, sombríos y miserables de la humanidad.
Edith Stein (1891-1942)
Hannah Arendt (1906-1975)
Simone Weil (1909-1943)
Etty Hillesum (1914-1943)
Las cuatro descendieron a los infiernos del mal. Arrojaron luz sobre la tiniebla que envolvía no sólo a Eurídice sino también a Orfeo. Entregaron su vida sin reserva. Fueron pensadoras. Su pensamiento reunía todas las características del verdadero pensamiento: meditativo, reflexivo, poético, dialógico, abarcador pero consciente de sus límites... Una razón viva, vital, existencial, crítica, radical y auténtica.
Quien no las conozca no conoce esta época. Quien no las lea no sabe de qué va esto. Quién habiéndolas frecuentado no las difunda es un estéril. De ellas hay que leerlo todo pero sino todo sí, al menos:
La ciencia de la cruz
Los orígenes del totalitarismo
A la espera de Dios
Diarios
Hannah y Edith conocieron muy bien a Heidegger. Quien pasa por ser el pastor del ser. Pero las verdaderas pastoras del ser y de la vida fueron ellas. Ellas padecieron al lobo y se enfrentaron a él. Martin, en cambio, pagó las cuotas, y al parecer, nunca se arrepintió.
viernes, 3 de mayo de 2013
C. P. Cavafis (1863-1933)
CUANTO PUEDAS
(1913)
Aunque no puedas hacer tu vida como quieras,
inténtalo al menos
cuanto puedas: no la envilezcas
en el trato desmedido con la gente,
en el tráfago desmedido y los discursos.
No la envilezcas a fuerza de trasegarla
errando de continuo y exponiéndola
a la estupidez cotidiana
de las relaciones y el comercio
hasta volverse una extraña inoportuna.
EN LA IGLESIA
(1912)
Amo la iglesia -sus serafines de seis alas en los lábaros,
la plata de sus cálices, sus candeleros,
los fanales, sus iconos, su ambón.
Cuando entro en la iglesia de los griegos,
con el aroma del incienso,
con la música y cánticos de su liturgia,
la presencia majestuosa de los sacerdotes
y el ritmo grave de cada movimiento suyo
-magníficos en el boato de sus ornamentos-
mi pensamiento sueña con los grandes valores de nuestra raza,
con nuestro glorioso Bizancio.
(Poesía completa. Según traducción de Pedro Bádenas de la Peña. Alianza, 1982.)
(1913)
Aunque no puedas hacer tu vida como quieras,
inténtalo al menos
cuanto puedas: no la envilezcas
en el trato desmedido con la gente,
en el tráfago desmedido y los discursos.
No la envilezcas a fuerza de trasegarla
errando de continuo y exponiéndola
a la estupidez cotidiana
de las relaciones y el comercio
hasta volverse una extraña inoportuna.
EN LA IGLESIA
(1912)
Amo la iglesia -sus serafines de seis alas en los lábaros,
la plata de sus cálices, sus candeleros,
los fanales, sus iconos, su ambón.
Cuando entro en la iglesia de los griegos,
con el aroma del incienso,
con la música y cánticos de su liturgia,
la presencia majestuosa de los sacerdotes
y el ritmo grave de cada movimiento suyo
-magníficos en el boato de sus ornamentos-
mi pensamiento sueña con los grandes valores de nuestra raza,
con nuestro glorioso Bizancio.
(Poesía completa. Según traducción de Pedro Bádenas de la Peña. Alianza, 1982.)
El ejercicio del poder (L´exercice de l´État)
Una película de Pierre Schoeller.
Autor del guión y de la música, Scholler dirige una película sobre la práctica política cotidiana en la sociedad capitalista y de masas. No hay tramas ocultas ni conspiraciones que descubrir ni desvelar. Nada hay inconfesable. Todo es tal cual. Y el resultado es desolador. Es una cáscara vacía: dentro del poder no hay otra cosa que poder, lucha por el poder, mantenimiento del poder. Todo bastardo, prosaico, vulgar y despreciable. Dos mundos irreconciliables: por una parte, los ciudadanos masificados y domesticados y, por otra, una élite de políticos insustancial. Consumidos por una práctica mecánica, articulada, unidimensional, lejos de toda creatividad, de toda moral de servicio, en definitiva, absolutamente ciega. Ciegos que conducen a otros ciegos hasta el cataclismo final.
Producida por los hermanos Dardenne, que son toda una garantía de sobriedad, austeridad, sensibilidad moral y capacidad de poner el dedo en la llaga de las realidades europeas más dolorosas y desoladoras.
La película no es entretenida. Es muy exigente porque no hace concesiones. No las puede hacer porque lo que pone de relieve es de la máxima gravedad. Y no estamos para edulcoraciones. La cosa política está ya muy mal. Quizás no haya otra solución que acabar con esto de una vez y empezar de nuevo, estos es, de cero. O casi de cero. Otra vez. Una vez más.
Pareciera como si estuviéramos tocando ya el final de todo esto.
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