CUANTO PUEDAS
(1913)
Aunque no puedas hacer tu vida como quieras,
inténtalo al menos
cuanto puedas: no la envilezcas
en el trato desmedido con la gente,
en el tráfago desmedido y los discursos.
No la envilezcas a fuerza de trasegarla
errando de continuo y exponiéndola
a la estupidez cotidiana
de las relaciones y el comercio
hasta volverse una extraña inoportuna.
EN LA IGLESIA
(1912)
Amo la iglesia -sus serafines de seis alas en los lábaros,
la plata de sus cálices, sus candeleros,
los fanales, sus iconos, su ambón.
Cuando entro en la iglesia de los griegos,
con el aroma del incienso,
con la música y cánticos de su liturgia,
la presencia majestuosa de los sacerdotes
y el ritmo grave de cada movimiento suyo
-magníficos en el boato de sus ornamentos-
mi pensamiento sueña con los grandes valores de nuestra raza,
con nuestro glorioso Bizancio.
(Poesía completa. Según traducción de Pedro Bádenas de la Peña. Alianza, 1982.)
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