miércoles, 6 de diciembre de 2023

Límites del pensamiento

Hay teorías cuyo único mérito es que --aplicadas a sí mismas-- quedan desenmascaradas. Y ese es el caso del marxismo, del psicoanálisis y del darwinismo.  Por eso son pseudoteorías.

Otras verdaderas teorías sirven, sólo, para solucionar los problemas que ellas mismas crean. El geoheliocentrismo o la teoría especial de la relatividad. Por eso son teorías innecesarias.

Cuando estaban horadando la superficie de la Tierra a profundidades nunca antes alcanzadas (más de 12.000 metros) tuvieron que dejarlo. Empezaron a suceder fenómenos no esperados y, por tanto, incomprensibles. En la práctica no podían avanzar más. Y nunca se podrá.

El conocimiento humano (teórico y práctico) tiene límites infranqueables. Expresarlos, explicitarlos, definirlos... es el saber más alto que se puede alcanzar. Y equivale, en complejidad y profundidad, a conocer lo que no podemos conocer.

Por que llegar a saber lo que podemos y lo que no podemos conocer y, sobre todo, el porqué es lo mismo que si supiéramos.

Es totalmente falsa la famosa afirmación de Hilbert: Wir müssen wissen, wir werden wissen.

Un ejemplo muy sencillo. Cuando Baumgartner se preparaba para lanzarse a la tierra desde los 40 kilómetros, los físicos, ingenieros (científicos) que le asesoraban estaban divididos sobre dos aspectos que para él eran muy importantes: (1) si sería capaz de controlar el giro mientras caía o si giraría violentamente sin control y (2) si el bomm supersónico (romper la barrera del sonido) podría oírse o no en la tierra. Sobre lo primero, la mitad creía una cosa y la otra mitad la contraria. Y sobre lo segundo, todos dijeron que no sería posible oírlo. (Se equivocaron todos.) Teniendo en cuenta lo avanzada que está la cienca física y la ingeniería aeronática (viajes espaciales, conquistas espaciales) sorprende que fueran incapaces de anticipar dos hechos tan simples.

Ya hemos dicho que la mecánica cuántica es tan rara que si crees haberla entendido es que no la has entendido. Pero qué decir de los teoremas de la incompletitud de Godel. Su alcance es tal que la casta científica hace como si no existieran. No se dieron ni se dan por aludidos. El siguiente paso será: creer que los han comprendido. Pues, efectivamente, no es seguro que los hayas entendido cuando creas que sí los has comprendido.

Los problemas de la ciencia (y los problemas creados por la ciencia menos) no puede resolverlos la ciencia misma.

Es una mera superstición creer --como le han hecho creer al vulgo-- que o que todas las cosas han sido ya explicadas o que, si no, lo serán en el futuro. 

El llamado progreso científico es mucho menos grandioso de lo que nos han hecho-- y nos siguen haciendo-- creer.

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